Ara Malikian ha logrado uno de sus deseos. Grabar en un disco el concierto para violín de Aram Khachaturian (1903-1978), uno de los compositores más destacados de origen armenio, como el propio violinista. Hoy y mañana (en Cáceres y Badajoz), este intérprete nacido en Líbano en 1968, interpreta esta pieza con la Orquesta de Extremadura (Oex), al frente de la cual Jesús Amigo inaugura la temporada de la formación.

En la misma sesión, Malikian afincado en España, intervendrá brevemente en en el vals Maskerada , también de Khachaturian. Ambas fueron grabadas por el violinista y la orquesta extremeña el pasado año. En la segunda parte, la Oex interpretará la primera sinfonía de Shostakovich

Este es uno de los cuatro conciertos de música clásica del fin de semana en la comunidad. Mañana arranca el Festival de Música Antigua Iberoamericana de Cáceres con las actuaciones de Ana Alcaide, a la que seguirá el domingo el grupo La Ritirata. En Don Benito, la soprano Teresa Loring difunde hoy música de textos de la literatura española y en Mérida, la Orquesta de Cámara de la Nueva Filarmónica de Colonia actúa en el centro cultural Alcazaba.

El trabajo incansable del violinista emocional

Ara Malikian fue testigo de los primeros pasos de la Oex como violinista invitado. "Tuve la suerte de estar ahí. El salto que han dado es enorme y hoy es una de las principales orquestas de España. Para mí, es un lujo tocar con ella".

En este caso, interpretar un concierto como el de Khachaturian es un premio. No solo porque ambos comparten el mismo origen cultural sino por el tiempo que ha dispuesto, gracias a la grabación en disco, para perfeccionar el trabajo. "A veces uno no tiene tiempo de ensayar a fondo. Así que esto beneficiará a los conciertos".

No es frecuente encontrar grabaciones de esta composición de 1940, en una época en que el compositor sufrió la censura estalinista y fue acusado de antirrevolucionario.

Malikian, que vivió la guerra del Líbano en los años 70 mientras aprendía a tocar el violín bajo el estruendo de las bombas, despliega una actividad incansable. Después de terminar sus actuaciones extremeñas, se incorpora al grupo Yllana para representar el domingo en Jaén Pagagnini , un exitoso montaje que se vio en Extremadura, y que desmitifica con humor el mundo de la música clásica. Además, ejerce como concertino de la Orquesta Sinfónica de Madrid y desarrolla proyectos de difusión musical entre los niños.

"Me canso físicamente; pero este trabajo es el que me gusta hacer. No tengo tiempo de aburrirme". ¿Y cómo repercute en un violinista esta dispersión laboral? "Es muy duro, porque lo más difícil para un intérprete es intentar no perder el nivel artístico. Así que encuentro momentos para hacer mis ejercicios de violín, mis estudios.... Hace unos veinte años, yo trabajaba tres o cuatro veces más que ahora y si tocaba entre diez y quince horas diarias, hoy no paso de tres o cuatro".

Malikian es un músico emocional. "¿Cómo se podría no ser emocional siendo músico?", se pregunta.

"No se entiende eso que dicen a veces los puristas de que a Mozart o Bach no se les puede interpretar desde la emoción. ¿Es que no sentían la música, no eran sensibles?".

La científica e intérprete del legado sefardita

Si Malikian evoca su pasado armenio, Ana Alcaide lo hace del mundo sefardí. Esta intérprete toledana inaugura mañana el Festival de Música Antigua Iberoamericana de Cáceres, que hasta el 12 de octubre incidirá en las relaciones musicales entre Europa e Iberoamérica. Alcaide, de formación científica (es licenciada en Biología) y musical, es intérprete y compositora especializada en música tradicional y músicas del mundo, que desarrolla una actividad investigadora en torno a antiguas tradiciones y culturas.

En su concierto de Cáceres actuará con una formación de cuarteto interpretando piezas de origen sefardí, melodías tradicionales que, según señala en el programa de su actuación, se siguen cantando en los países a los que los judíos emigraron tras ser expulsados de España en 1492, y en donde fusionaron su cultura con las locales de Marruecos, Turquía, Grecia o Bulgaria.

Trabajos al servicio de reyes y nobles

En otra singularidad musical se fija Josetxu Obregón, al frente del grupo La Ritirata, que actúa el domingo en la iglesia de la Preciosa Sangre (20.30). Su repertorio es el de compositores españoles en cortes europeas y compositores extranjeros en la española durante el Renacimiento y el Barroco.

Esta particularidad la explica Obregón debido a la ausencia de música instrumental de cámara en España durante el XVII. Así que el grupo investigó en músicos españoles que sirvieron en cortes extranjeras, como el renacentista Diego Ortiz o el barroco Bartolomé de Selma y Salaverde, o extranjeros que lo hicieron en cortes españolas, como Andrea Falconieri.

La vida cortesana impuso a los compositores el tipo de obras que debían crear, según explica Obregón. De manera que los mejores de ellos eran solicitados para suministrar a las cortes la música que éstas precisaban: obras para la diversión y el entretenimiento de reyes y aristócratas. Y de esta música se compone el programa que ofrece en el festival cacereño: Hispaniù música. Al servicio de reyes y nobles .

Obregón reflexiona cómo esta música "de indudable calidad" ha quedado marginada de los repertorios clásicos por factores "en ocasiones no musicales", por lo que el hecho de que sea desconocida "puede ser una razón de más para rescatarla y así hacerle justicia a un compositor determinado". La Ritirata utiliza instrumentos originales o réplicas de los mismos. En el caso del violonchelo de Obregón, se trata de un Sebastian Klotz original de 1740, y en el caso de tiorbas, clave y flautas, emplean réplicas, ya que no abundan instrumentos originales en buen estado.