Cinco metros cuadrados , el drama de un españolito medio estafado por constructores y concejales de urbanismo corruptos, es la mejor película que se ha visto en el Festival de Málaga. Así lo decidió ayer el jurado del certamen, cuyos organizadores reconocen fuera de micrófono que el nivel medio de esta edición ha sido bastante flojo. Comedias sin excesiva gracia, caóticos dramas y películas, en general, con buenas intenciones y mediocres resultados han inundado una sección oficial donde no se han dado cita inminentes y grandes estrenos españoles, como los de Mateo Gil (Blackthorn ), Montxo Armendáriz (No tengas miedo ) y Enrique Urbizu (No habrá paz para los malvados ).

En lugar de apostar por una única película, los premios estuvieron muy repartidos. Que Cinco metros cuadrado s se llevara la Biznaga de oro (además de otros cuatro galardones, incluido el de la crítica y el de mejor actor para el dramático Fernando Tejero) no sorprendió tanto como que la caótica cinta vasca Arriya (La piedra) conquistara otros cuatro, técnicos en su mayoría.

La comedia blanca ¿Para qué sirve un oso? se llevó tres (dirección, actriz de reparto para Geraldine Chaplin y montaje). Mientras, Catalunya über alles! --a la que no se puede negar la valentía de criticar la intolerancia y el racismo de nuestra sociedad-- conquistó el premio del jurado joven y el segundo galardón más importante del palmarés, el especial. También uno de sus protagonistas, Babou Cham, tuvo una mención especial. "Estoy licenciado en Filosofía. Y en cine me acabo de licenciar hoy", bromeó su director, Ramón Térmens, uno de los muchos cineastas jóvenes que han concursado en el festival con películas que han producido ellos mismos dado lo complicado que está el panorama de la producción para los filmes más personales y pequeños.

EL CINE E INTERNET De financiación, distribución y, sobre todo de internet, se habló ayer en una mesa redonda organizada por el certamen malagueño, en el que el pasado lunes, recordemos, el presidente de los productores españoles (FAPAE), Pedro Pérez, lanzó toda una declaración de intenciones: "2011 es el año del cambio de modelo de negocio en el cine". Juan Carlos Tous, responsable del portal Filmin.es, pidió más flexibilidad con las ventanas de explotación (la protección por la cual las salas de cine tienen los derechos en exclusiva para explotar una película antes de que esta llegue al DVD o las teles). Juan Carlos Tous aseguró que muchos cines se deshacen rápidamente de cintas que sí podrían tener una segunda vida comercial en internet si el sistema lo permitiera.

Sin embargo, el representante de los exhibidores, Javier Fernández (de la cadena Cinesa), defendió el negocio de las salas y aseguró que cuando una película se retira de los cines es porque no hay demanda. Se ganó más de un mal gesto cuando aseguró que el cine español actual "no se ajusta a los gustos del público".

Por parte del ministerio de Cultura, intervino el director general de Cine, Carlos Cuadros, quien dejó claro que, hoy por hoy, las salas de cine no tienen competencia y añadió que "no tiene sentido secuestrar los derechos de una película".

Además de la película ganadora, el jurado el premio mejor director a Tom Fernández por Para qué sirve un oso ; mejor actor a Fernando Tejero, mejor actriz a Begoña Maestre y premio del público a Borja Manso y Marcos Cabotá por Amigos .