Jonathan Coe Bromsgrove, Reino Unido, 1961) bucea en las causas que condujeron al Reino Unido a votar sí al brexit a través de un formidable fresco social. El corazón de Inglaterra también tiene algo de elegía por una sociedad y una cultura que parecen haber sucumbido a manos del neoliberalismo, la crisis y la xenofobia.

--A Sohan, un personaje de ‘El corazón de Inglaterra’, le seduce la idea, quizá disparatada, de iniciar una investigación sobre la esencia de lo inglés. ¿Alguna teoría?

--Solo que no existe una manera de ser inglés sino muchas. El de Sohan es un proyecto condenado al fracaso. Si uno piensa que eso existe es cuando el patriotismo empieza a convertirse en nacionalismo, porque uno acaba teniendo una visión muy estrecha de lo que significa pertenecer a un país concreto. Las identidades nacionales tienen múltiples facetas por definición.

--Habla del compositor Vaughan Williams como de un hombre de un profundo patriotismo cultural a la vez que de ideas políticas progresistas. ¿Se ve reflejado?

--Me encanta su música y me parece una persona atractiva porque sentía un amor profundo por las raíces de Inglaterra, pero a la vez tenía una actitud muy crítica con el país. Era una especie de patriota crítico. El amor de uno por su país no debe ser incondicional ni complaciente.

--En uno de los momentos más agrios del libro, Ian le augura a su esposa Sophie que en el referéndum del ‘brexit’ ganará la salida de la UE por gente como ella. ¿A qué gente se refiere?

--A gente como yo. Es la transcripción literal de una conversación con un amigo semanas después del referéndum. Él procede de un barrio de clase trabajadora del East London, que votó masivamente a favor de la salida. Yo le pregunté por qué creía que la gente tenía tan claro que quería marcharse. Y la respuesta fue: «Porque están hasta las narices de que tipos como tú les digan lo que tienen que pensar». Fue muy chocante y a la vez esclarecedor.

--¿Entona como intelectual progresista un mea culpa?

--Muchas personas son responsables del brexit, de manera destacada los grupos en situación de poder en la política y en la cultura que fueron incapaces de convencer a diferentes tipos de gente en diferentes zonas del país de que era una locura.

--¿A quién beneficia el ‘brexit’?

--A nadie excepto a una clase dominante que odia la idea de compartir la soberanía con otros países europeos. A personas que estaban en Oxford en los 80: David Cameron, Boris Johnson, Jeremy Hunt, incluso Theresa May... Es increíble que ese grupo tan pequeño lleve tantos años junto y haya acabado manejando el país. Sin embargo, desde muy temprano se les invitó a creer que acabarían haciendo eso. Y solo esperaron a que llegara su turno.

--Leyendo el libro emergen paralelismos asombrosos con el ‘procés’. Solo le pido que comente en referencia al ‘brexit’ ideas y situaciones a las que hace referencia en la novela. Como libertad.

--Fue muy importante en la campaña del brexit. Se ha escrito que el día que salgamos de la UE será como el día de la independencia y he oído a gente decir que ese día se despertará por fin libre. Pregunto: «¿Tú llevas 40 años con la sensación de estar oprimido por la UE, como si fueras ciudadano de un país africano bajo el yugo colonialista?». Nadie tenía esta idea antes del 2016. Desde entonces se ha convertido en una idea poderosa.

--La sacralización por parte de los políticos ganadores de la voluntad del pueblo, aunque el sí al ‘brexit’ tuvo una mayoría exigua.

--La voluntad del pueblo solo la valoran los políticos cuando coincide con la suya. Para un grupo de gente poderosa que quería salir de la Unión Europea, lograr que ganara su propuesta significó tener una herramienta política fuera de serie.

--Y mientras se vota y se gestiona el ‘brexit’, el Estado del bienestar se va erosionando.

--Para determinados políticos el brexit es una solución fantástica para evitar el enfado por problemas realmente graves.

--No solo eso: el ‘brexit’ se presenta como una solución mágica a esos problemas.

--En la campaña estaba implícita la promesa de que salir de la UE llevaría a un nuevo auge nacional. Aunque el argumento más potente y deshonesto de quienes hicieron campaña por el brexit en el 2016 fue que abandonar la UE sería rápido y fácil.

--Por último: la división social. Usted es poco dado al dramatismo, pero el ‘brexit’ ¡causa una separación en ‘El corazón de Inglaterra’!

--Un artículo sobre un terapeuta matrimonial que hablaba de las parejas que acudían a él divididas por el brexit fue uno de los motores de la novela. Es que lo que se nos preguntó en el 2016 no era sencillo. Alrededor de esa única pregunta había muchas preguntas difíciles y dolorosas sobre la identidad personal y la identidad nacional.

--¿Cuánto de usted hay en Benjamin Trotter, el personaje central?

--Es la tercera vez que escribo sobre él, tras El club de los canallas y El círculo cerrado. Aquí me he separado un poco más de él, pero en términos personales somos parecidos: bastante pasivos, bastante indecisos y lo que llamaría optimistas decepcionados.

--Hay grandes golpes cómicos en la novela, pero diría que ha contenido su tendencia humorística.

--No calculo el humor que habrá en mis libros, depende de la historia que cuente y de la voz que use para contarla. Es a menudo una sorpresa cómo acaban saliéndome. Expo 58 pasa por ser una de mis novelas más cómicas, pero yo intenté que fuera seria.

--¿Qué cree va a pasar con el ‘brexit’?

--Incluso Nostradamus tendría difícil hacer un vaticinio.