El hecho más aterrador que me contaron sobre la guerra de Siria era tan cotidiano como lo que Abbas Kiarostami mostró en ¿Dónde está la casa de mi amigo? que transcurría en el norte de Irán. De madrugada, cuando las bombas destrozaban los edificios de Damasco, una madre se llevaba a sus hijos, muy pequeños, al pasillo y les decía que los vecinos estaban haciendo obras.

Dinamarca, Suiza y algunos estados de Alemania confiscan el dinero a los refugiados; David Cameron dice que son "un manojo de inmigrantes", la República Checa les obliga a pagar 10 euros por cada día que estén internos, Eslovaquia solo quiere a los cristianos, Bulgaria los devuelve a Turquía después de robarles, el Reino Unido les obligó a llevar una estrella amarilla... ay, no: era una pulsera roja, ya no sé ni lo que digo. España ha acogido a 18 de los 17.000 que dijo querer refugiar. Europa refuerza los controles fronterizos, deniega el derecho de asilo y defeca en los derechos humanos mientras la ONU se queja y denuncia sin que ninguno de los gobiernos que a ella pertenecen le haga caso alguno.

La Europa de Shakespeare y Cervantes, de Samuel Johnson y Beethoven, de Hitchcock y Fellini, de Mozart, de Moebius, de Leonardo, de Goya y Miguel Angel. Esta Europa a la que la cultura no le ha servido para la sabiduría, horroriza a sus ciudadanos a golpe de leyes en los Parlamentos y de discursos terroríficos.

Y, sin embargo, despacio y como le dejan, la gente se mueve. Un grupo de ciudadanos creó hace poco tiempo la Plataforma Refugiados Extremadura. Ahora, junto a Amnistía Internacional, han colaborado con la Orquesta de Extremadura para reivindicar que mejore la situación de los refugiados. Lo hace con un monográfico de Brahms, que nació pobre y que se ganaba la vida tocando hasta en prostíbulos. La dirige Thomas Rösner, que ha conducido también las filarmónicas de Londres y de Viena, entre muchas otras: no es la primera vez que trabaja con la OEx. Como solista invitada, la pianista Tamar Beraia, para el Concierto número 1 que Brahms compuso mientras veía enfermar a su maestro Robert Schumann.

La diferencia

Sobre aceptar al otro, el mundo del otro y la vida del otro, la compañía La escalera de tijera ha creado una obra para niños que se llama Ratones . El ratón de campo y el ratón de ciudad de Esopo se transforman aquí en teatro gestual, sobre todo, y en la necesidad de encontrarse, aunque sean distintos.

Y en el otro extremo, la competitividad, el individualismo y el sálvese quien pueda son los motores del guion de Las Expertas . ¿Qué hacer en momentos de desesperación, cuando necesitas un trabajo y no quieres acabar tus días en la cárcel de Soto del Real? Quién lo sabe. ¿De qué manera influyen las grandes ciudades y la construcción del espacio en las personas que llegamos a ser? Eso también se desconoce, pero quizá la obra de Carlos Fadon, que se puede ver en el Meiac ahora mismo, pueda darnos una idea, porque ha investigado, mucho, sobre las megalópolis. Sobre los muros, las verjas; el papel de la mujer, del cuerpo de la mujer (al final, lo único que importa) en las vallas publicitarias de Sao Paulo ("Está muy explotado: mucho más que en Europa", ha dicho), sobre la ciudad cambiante y que respira.

No sabemos mirarla, muchas veces. Hay cosas tan cotidianas que ni siquiera las vemos. La objetivación de la mujer es una de ellas. En su invisibilidad en el ámbito cultural tampoco nos fijamos: la historia es la que es, dicen. Se ha dicho también a cuenta del boicot del mayor festival de cómic europeo porque no había, entre los candidatos al Grand Prix de Angoulême, ninguna mujer. Lo ha ganado un hombre. Hermann. "Una verdadera lástima que un autorazo como Hermann sea ganador por descarte y con polémica", ha dicho el crítico Alvaro Pons. Creó Comanche , por ejemplo. Y Las torres de Bois Maury . Y Manhattan Beach 1957. En España, muchos de sus libros están descatalogados y es una pena porque es "un maestro del color, de texturas orgánicas y de un realismo sucio paradójicamente brillante". Tampoco le estamos haciendo mucho caso a Cervantes, en comparación con la cantidad de actos que ha organizado el Reino Unido para el cuarto centenario de Shakespeare, así que yo qué quieren que les diga. Siempre nos quedarán la risa y el humor cotidiano a ritmo de clown, como el que realizan los miembros de Spasmo Teatro con situaciones de las que nos ocurren todos los días y que tampoco sabemos mirar. Del caos surge el orden, sostienen ellos, en consonancia con los mitos más antiguos, que pensaban al Caos como la gran fuerza creadora del Universo. Si así es, que así sea.

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Orquesta de Extremadura dirigida Thomas Rösner y con Tamar Beraia como invitada. Viernes, 29 de enero. 20.30 horas. Gran Teatro (Cáceres)

Mix. Spasmo Teatro. Viernes, 29 de enero. 20.30 horas. Teatro Alkázar (Plasencia)

Las Expertas. Sábado, 30 de enero. 20.30 horas. Gran Teatro (Cáceres)

Ratones. Domingo, 31 de enero. 18.30 horas. Gran Teatro

Escenas: entre duetos y diarios, de Carlos Fadon. En el Meiac, en Badajoz. Hasta el 27 de marzo