«Esto lo hacemos mi empresa y y yo por el club y lo hacemos en colaboración con el Cacereño». José Luis de la Montaña, popularmante conocido como ‘Fimaca’, vuelve a tomar protagonismo muy cerca de la sede de su empresa, en el estadio Príncipe Felipe, en el que incluso ha renovado uno de los vestuarios en años anteriores. «En tres semanas se podrá jugar otra vez», anuncia. Por tercera ocasión en los últimos cinco años está procediendo, junto a operarios de su empresa y en días posteriores a personal del club verde, a la resiembra del devastado terreno de juego del decano del fútbol regional.

«No será una alfombra, pero estará muchísimo mejor en tres semanas», dice mientras dirige los primeros trabajos, que se prolongarán durante esta semana en cuatro fases distintas. El objetivo es que el césped esté en las mejores condiciones posibles en el encuentro del último fin de semana de este mes ante el Montijo, el más próximo en casa. «Lo he hablado con Puebla y con el entrenador, Adolfo, y podríamos haber estado un mes, pero creo que en tres semanas será suficiente y así el equipo no tendrá que cambiar de estadio», explica José Luis de la Montaña.

Al final, el protagonista se ha convertido en un estudioso de la materia de una manera autodidacta, especialmente durante los últimos tiempos, hasta ejercer prácticamente como especialista. Al menos, así lo da a entender en la conversación con este diario en la que revela detalles sobre la operación de regeneración del césped, caballo de batalla eterno en el Cacereño.

«En junio vimos que había unas malas hierbas en el campo. En total hemos tenido que eliminar entre 17.000 y 19.000». El tratamiento se ha prolongado durante todo el verano, y se ha conseguido finalmente el objetivo a base de un escrupuloso trabajo con herbicidas.

Aparte de esas ‘malas hierbas’ hay otras misiones que no se podrán cumplir: la siempre complicada de erradicar raíz de grama, un mal que el campo del Cacereño arrastra desde tiempos inmemoriales y que no se acometerá por cuestiones económicas. «Pero va a quedar bien, seguro», dice Fimaca, que espera que todo vaya a pleno rendimiento. «Quiero que la gente vea que el club se preocupa y que quiere hacerlo lo mejor posible», añade.

Las fases

Los trabajos van a tener diferentes fases. La primera, que se hizo ayer, fue la escarificación, a lo que seguirá el aireado del terreno a través de una máquina especial, que se hará hoy. El tercer día está prevista la resiembra, con otra maquinaria especial y con la que «se inyectará la semilla·, cuenta el empresario. Esto se prolongará durante dos días. A partir de ahí, el abonado, que se hará en una mañana, la del viernes, será el paso previo a la espera para que el césped mejore ostensiblemente. «Nos va a beneficiar el tiempo». Todo parece controlado para José Luis Fimaca, que trabaja por tercera vez en el terreno de juego del Príncipe Felipe.

El Cacereño de Adolfo Muñoz tendrá ahora tres partidos fuera: el próximo jueves en la final de la Copa Federación extremeña ante el Mérida, y después, en Liga, en los campos del Azuaga y el Olivenza.