Hay más de media liga mirando a la clasificación y eliminando de la pelea por la permanencia al Extremadura. No resulta extraño viendo lo poco que resta de campeonato y las dinámicas que se están sucediendo tras la reactivación de la liga. Hay otros muchos que piensan que, mañana (21.45 horas), el Real Zaragoza, puede ponerle la puntilla a los azulgranas. Son normales las reflexiones basadas en la lógica si atendemos que llega a Almendralejo el equipo más histórico que milita en Segunda, con uno de los presupuestos más potentes del grupo y envuelto por la ciudad más grande de la división de plata. Nada resulta extraño hasta que frenas, piensas y vuelves a reflexionar que hablamos del Extremadura. Ese equipo de resistencia mayúscula capaz de sobreponerse a mil batallas.

El de la fé infinita y la creencia interminable en sus posibilidades. El equipo de Manuel, capaz de agarrarse a un clavo ardiendo sin quemarse. Ese Extremadura en el que, sin nada de lógica en el papel, puedes todavía creer en él. Esta noche, a las 21.45 horas, ese Extremadura vuelve a jugarse la vida ante uno de los mastodontes de la categoría. Ni la historia, ni los presupuestos, ni las estadísticas ni tan siquiera una dinámica tienen a favor suya los azulgranas. Pero es el Extremadura. Un equipo al que le basta una ceniza de luz para prender en cualquier momento.

Ahí se agarra el Extremadura, a su capacidad de estar vivo con todo en contra. Manuel Mosquera no deja de creer en los suyos: «me encantaría que la gente viera cómo trabajan estos jugadores y el compromiso que tienen. Tengo que ir al fin del mundo con ellos y estoy seguro que vamos a ganar esa victoria. Saldremos a ganar al Zaragoza», apunta.

La mejor noticia para los azulgranas es que podrá disponer prácticamente de todo su plantel para recibir al cuadro maño, a excepción de los lesionados Gao y Manchón. Lomotey se ha recuperado de sus dolencias físicas, Kike Márquez sigue evolucionando positivamente y tendrá minutos, mientras que Fran Cruz regresa a la lista tras sanción.

El conjunto almendralejense volverá a su esquema clásico del 4-2-3-1 para recibir al Zaragoza. El experimento del 4-3-3 no funcionó y Manuel tiene claro que ahora toca ser el Extremadura natural de siempre.

Será el segundo partido sin público en las gradas en el Francisco de la Hera. El calor puede ser un factor invitado sorpresa, ya que para mañana se espera que las temperaturas superen los 30 grados a la hora del encuentro. Pero ya no ha excusas. El Extremadura tiene que salir con todo. Sin complejos y con la fe que le trajo hasta aquí.