Los mecánicos de McLaren esperaban prestos en el pit la llegada de Lewis Hamilton, pero supieron que algo iba mal cuando vieron a Ron Dennis agitar los brazos pidiendo ayuda desde el muro. El inglés se salió a la entrada de la calle de boxes y dejó su McLaren varado en la grava. Nadie avisó por radio a Fernando Alonso, pero el español comprobó en las pantallas del circuito que su gran rival estaba fuera. Apuró aún más el ritmo, adelantó a Felipe Massa tras su segunda parada y se fue tras Kimi Raikkonen para celebrar en el podio que ambos llegarán vivos a Brasil.

La lluvia electrizó una carrera apasionante. El agua apareció al final de recta cuando se apagaron los semáforos. Alonso trazó el primer giro por el exterior y superó a Massa en el segundo por dentro. "Pero nos tocamos, me desequilibró el coche y consiguió pasarme en la siguiente", reveló el asturiano. Esa maniobra costó a Alonso la victoria.

EL ERROR DE LEWIS Massa ralentizó su marcha mientras Hamilton se escapaba en cabeza al ritmo de una sucesión de vueltas rápidas que Raikkonen seguía a duras penas. La pista comenzó a secarse antes de otro ligero chaparrón que no influyó en el ritmo de los cuatro de cabeza, pero desató una espectacular lucha por detrás de la que Sebastian Vettel (cuarto) y Tonio Luzzi (sexto) confirmaron que su gran rendimiento bajo la lluvia de Japón no fue fruto de la casualidad.

Robert Kubica eligió igualmente una sola parada y pudo ganar la carrera, pero el motor del BMW reventó cuando era líder traspasado el ecuador del gran premio.

Hamilton fue el primero en detenerse a repostar (lo hizo en la vuelta 15), pero siguió con el mismo juego de gomas mixtas. Massa, Alonso y Raikkonen pararon y tampoco cambiaron las gomas. En esas condiciones, cuando la pista comienza a secarse, resulta más eficaz continuar con los mismos neumáticos mixtos. Solo hay que tener una precaución: refrescarlos pasando por tramos mojados para que no se quemen si la pista se seca mucho.

Hamilton no lo hizo y la degradación llegó a tal punto que la lona del neumático trasero derecho comenzó a asomar anunciando un inminente reventón.

El piloto inglés comenzó a perder dos, tres y cuatro segundos por vuelta, respecto a Kimi y Alonso. El español adelantó a Felipe Massa y el brasileño se decidió entonces a parar para cambiar sus neumáticos por los de seco. Demasiado pronto (vuelta 26). La pista aún estaba demasiado húmeda.

Raikkonen se echó encima de Hamilton, que apenas podía sujetar el coche en la pista. Fue pan comido para el finlandés con un coche tres segundos más rápido. ¡Y Hamilton seguía sin parar a cambiar ruedas!

Y lo peor, su empecinamiento por defenderse de Raikkonen, y después, doblándose y desdoblándose con Trulli durante tres vueltas, le impidió refrescar las gomas por la zona mojada y acabó quemándolas hasta dejarlas en la lona. Su obsesión por ganar la carrera le condenó y ahora tendrá que sufrir para lograr un título mundial que parecía tener en la mano. Quería asegurar la misma elección de neumáticos que Alonso y Kimi, pero la espera le hundió. Seguía perdiendo tiempo y Alonso se echaba encima.

Ya no podía esperar más. Sabía que en su parada podía perder el segundo puesto con el bicampeón y entró (vuelta 31) a demasiada velocidad. Se salió recto y el MP4-22 quedó atrapado en la grava. Se mantuvo dentro del coche con el motor encendido un minuto y 20 segundos, pero no llegó ninguna grúa milagrosa para devolverlo a la pista, mientras un grupo de comisarios le trataban de empujar sin éxito. Su carrera estaba terminada y la emoción regresaba inesperadamente al Mundial 2007.

DESGRACIA DE KUBICA Alonso vio en las pantallas la pifia de su gran rival. Sabía que Massa lo había pasado mal con los neumáticos de seco en las primeras vueltas y disponía de una oportunidad de ganar una posición. Entró a repostar en el mismo giro (vuelta 32) que Raikkonen, montó neumáticos de seco, y salió por delante de Massa. Consiguió sujetarle en una primera vuelta crítica y comenzó a distanciarse del Ferrari cuando recibió con la misma alegría que Raikkonen la noticia del abandono del líder Kubica. Dos puntos más para ambos, un tesoro para llegar a Brasil con opciones.