81 - ALTER ENERSUN AL-QÁZERES EXTREMADURA: Merve Aydin (12), Eleanna Christinaki (19), Becca Hittner (6), Vicky Llorente (10), Mariella Fasoula (24) -cinco inicial- Irene Lahuerta (4), Alexa Hart (6), María Romero (0).

77- EMBUTIDOS PAJARIEL BEMBIBRE: Roselis Silva (21), Lashann Higgs (17), Batouly Camara (16), Sara Rhine (8), Monika Naczk (0) -cinco inicial- Ana Palma (5), Laura Méndez (5), María Concepción Mongomo (3), Marianne Kalin (0), Montserrat Brotons (2)

Marcador por cuartos: 22-24, 37-35 (descanso), 55-57 y 81-77 (final).

Árbitros: Palomo, Marqueta y Ávila. Sin eliminadas.

Incidencias: Partido correspondiente a la undécima jornada de la Liga Femenina Endesa aplazado en su día. Sin público en el Multiusos Ciudad de Cáceres debido a las restricciones sanitarias.

Sigue la semana fantástica del Alter Enersun Al-Qázeres Extremadura, cuyo triunfo ante el Embutidos Pajariel Bembibre (81-77) supone otro importante paso hacia la permanencia en la Liga Femenina Endesa. De nuevo, como el viernes pasado ante el Ensino, supieron las extremeñas resolver un final apretado, maximizando a tope sus recursos. La única pena es que su hinchada no pudiese disfrutar de una velada emocionante. Ahora solo queda redondearlo el próximo domingo en la pista del Campus Promete, pero el grado de ansiedad con la que el equipo llegará a Logroño será mucho menor que el que tenía hace apenas cinco días.

Lo logró además sin una importante jugadora de rotación como Manuella Hatchi, lesionada, lo que conllevó incluso jugar por momentos con tres pívots debido a la escasez de efectivos.

El primer cuarto fue esa colección de canastas fáciles que tanto se está repitiendo en este ‘nuevo baloncesto’ de canchas sin público. La explicación parece sencilla: sin el apoyo y/o la presión del público, las jugadoras se relajan, tanto en defensa como en ataque, y se dedican a anotar con una tranquilidad pasmosa. Puede parecer estético, pero no lo es tanto, porque al menos en este partido hubo varios despistes de los que sonrojan.

Los dos equipos tenían bastante claro por dónde iba a llegar su flujo ofensivo. Para las extremeñas, meter un balón en buenas condiciones al poste a Mariella Fasoula suponía ir contabilizando dos puntos más. Para las de El Bierzo, el plan consistía en que Roselis Silva generase y generase, ya fuese tirando ella o asistiendo.

De ese duelo salió ligeramente ganador el Bembire (22-24), que sin embargo no supo mantener la iniciativa a continuación, qué casualidad, cuando Silva tuvo que sentarse a tomar un respiro. No es que el Al-Qázeres estuviese muy inspirado, echando de menos los puntos de Eleanna Christinaki, pero sí se mantuvo más regular y supo leer a ráfagas la defensa zonal visitante para llegar al descanso por delante (37-35).

Segunda parte

Tuvo unos minutos realmente buenos el Al-Qázeres tras el paso por los vestuarios y parecía que podía llevarse el triunfo más o menos sin sufrir cuando dio un acelerón en el marcador (52-44, min. 27). Sin embargo, no hay tanta suficiencia en esa plantilla como para poder permitirse algo así y un fulgurante 3-13 del Bembibre le permitió incluso irse por delante al final del tercer cuarto (55-57).

Los últimos diez minutos fueron plenos de emoción. El Al-Qázeres recuperó el mando y fue administrando minuciosamente la escasa ventaja que fue atesorando. No resultaba nada fácil meter balones ya a Fasoula, auténtica dueña de las dos zonas (24 puntos y 9 rebotes para 35 de valoración al final), por lo que hubo que recurrir a acciones más insospechadas, como un triple contra tablero de Vicky Llorente. De suerte también están hechos los éxitos.

A 100 segundos, sin embargo, todavía estaba todo por decidir: 69-68. Y los dos conjuntos se mantenían muy metidos en situación, con la cabeza muy fría en ataque. Unos grados menos tuvo para terminar de decidir el conjunto local, que encontró a otra secundaria, Becca Hittner, y a Christinaki resolviendo cerca del aro para mantener a raya a su rival. No se rendiría el Bembibre, pero le resultó imposible porque la escolta, como sucedió ante el Ensino, acertó además con los tiros libres definitivos. Los abrazos al final de las jugadoras cacereñas dejaban claro que se trataba de algo más que una victoria: es comprar tranquilidad para unas cuantas semanas, aunque conviene seguir dejando atrás a los dos últimos.