El Cacereño ha hecho oficial a las 12.00 horas la destitución de Ángel Alcázar como técnico y su sustitución por el director deportivo del club, Ángel Marcos. La noticia, adelantada hoy por El Periódico Extremadura, se ha escenificado en una rueda de prensa en la que comparecieron ambos acompañados por el consejero delegado, Antonio Martínez Doblas, que ha destacado que la decisión se produce "por la falta de conexión" entre el hasta ahora técnico y la afición. "No se debe solo a los resultados --el equipo es último con solo dos puntos en seis partidos--, pero no podemos cerrar los ojos ante la armonía entre Alcázar y la grada. Necesitamos un nuevo enfoque, un revulsivo, y Ángel Marcos es la opción ideal. El Cacereño y su afición volverán a estar unidos".

Para Marcos, es una "situación no agradable", comentó, pero se mostró "tranquilo" respecto a poder sacar el equipo hacia adelante. "Los gritos e insultos de la afición al entrenador afectaban al equipo", reconoció. En su opinión, lo que necesitan los verdes es "ganar" y hasta dijo que "no renuncia a nada porque solo van seis jornadas de liga y quedan 96 puntos en juego".

También habló Alcázar, que culpó de su salida al "nulo respeto" que según él le ha tenido "la afición y una parte de la prensa". "La situación era insostenible --reconoció--; no sé por qué me han tenido tan poco respeto en el año y pico que llevo aquí, incluso cuando el año pasado éramos primeros o segundos. No soy una persona muy mediática porque me dedico mucho a mi trabajo, pero por lo demás... Desde la pretemporada se me puso la diana en la espalda. Ahora creo que los grandes profesionales que hay en el vestuario van a sacar esto adelante. No me han echado los jugadores". Al final, hasta reconoció que su destitución era "un alivio" porque vivía "una situación familiar complicada".