El Cacereño recibe hoy (12.00 horas, estadio Príncipe Felipe) al Melilla con la prioritaria misión de conseguir el primer triunfo de la temporada.

No es una obsesión, dice el técnico local, Pedro Pablo Braojos, conseguir "ya" la primera victoria de la temporada, pero los precedentes invitan a sacudirse la presión que pueda venir añadida que no se logran pronto resultados positivos.

No está muy lejos en la mente de todos el mal inicio del pasado año, que desembocó en una deriva especialmente negativa, el cese del entrenador, Manolo Sánchez, y los posteriores apuros clasificatorios, arrastrados ya a lo largo de todo el año.

Hay aparente tranquilidad, pese a sumarse un punto de seis posibles en este comienzo de competición. Peor está el rival, el Melilla, que aún no ha puntado, que ha perdido sus dos primeros encuentros y que incluso ha sido apeado de la Copa del Rey por el Villanovense (0-1) el pasado miércoles.

CON BAJAS Braojos no podrá contar, por problemas físicos, ni con el lateral Samuel ni con el delantero Pedro, que aún no han debutado. Tampoco lo hará el costamarfileño Privat, un mediapunta al que le resta aún un trámite burocrático por cumplir. De igual modo, no ha sido citado el último fichaje, el meta Efrén. Por último, serán también ausencias los sancionados Mario Carrizosa (será suplido por Gonzalo) y Dieguito. Curro puede ser titular en mediocampo.

"Son un buen equipo, con muchos jugadores nuevos". Esa es la explicación que ve Braojos para el flojo comienzo de los melillenses, teóricamente uno de los favoritos para estar arriba en la clasificación general.

"No nos queda otra que levantarnos, cambiar el chip e ir a Cáceres a ganar el partido", confesó el técnico visitante, Oscar Cano, tras la dolorosa derrota copera. El reto de ambos equipos está servido, pero en el Cacereño confían en darlo todo y sumar de tres en tres. Está en juego mucho, pese a ser pronto aún. Hay ya ciertas urgencias.