CACEREÑO - 0: Fuentes, Alcala (min. 76, Juli Ferrer), Carrizosa, Checa, Toni; Rubén Rivera (min. 70, Esteve), Gaspar, Elías, Chapi; y Matías Saad.

SEVILLA ATLETICO - 1: Julián Cuesta, Atienza, Israel, Luismi, Juanfran (min. 92, Aguilera), Rabello, Manu, Juanan, Joaquín, Gonzalo (min. 46, Jony) y Salva (min. 46, Menudo).

GOL: 0-1-min. 52: Rabello.

ARBITRO: Vidal Araujo. Tarjetas amarillas al local Toni y a los visitantes Julián Cuesta, Atienza, Manu, Joaquín e Israel (dos, roja en el 76).

INCIDENCIAS: En el palco, Ramón Monchi, director técnico del Sevilla.

El Cacereño lo intentó, pero no pudo hacer favor alguno a sus paisanos de Arroyo y Villanueva de la Serena. Ni a sí mismo. Una derrota en casa (0-1 ante el Sevilla Atlético) frustra de nuevo, además, el errático final de temporada de los verdes, un resultado tan inmerecido como doloroso, aunque en realidad los locales apenas se jugaban nada.

El CPC está pidiendo ya la hora. Justo desde que se pusiera como objetivo entrar entre los cuatro primeros. De aquello, hace más de dos meses, hasta el desierto actual. Nueve encuentros consecutivos sin vencer, con más o menos suerte, con mejor o peor actitud, es un bagaje tristísismo para un bloque que durante un tiempo pareció que iba a abrazar el sueño de jugar la fase de ascenso. Desde aquello, tiempo inmemorial y duro.

Paradójicamente, el Cacereño engarzó una de sus mejores primeras partes de la temporada guiado por las zurdas talentosas de Gaspar y especialmente de Toni y por la actitud de Checa y el filigranismo de Chapi.

Con un fútbol vistoso, combinativo y por momentos espectacular, fue sensiblemente mejor que el timorato filial sevillista (estos sí se la jugaban), aunque, como viene ocurriendo, no hubo fortuna en las escasas opciones que se le presentaron.

La más clara de las oportunidades estuvo en las botas de Checa, tras remate después de córner que se fue al poste (min. 27). Muy poco más en cuanto a las opciones evidentes. La atención estaba en los resultados de Arroyo y Villanovense, y los aplausos se multiplicaron cuando los de Juan Marrero se adelantaron ante el Betis B. Sintomático.

CAMBIO DE RUMBO En el segundo tiempo, la perspectiva cambió. Y además de la forma más inesperada, tras una falta lanzada por el mejor jugador visitante, Rabello, que no desvió el futbolista más decisivo del Cacereño durante la temporada, el meta José Fuentes. Increíble e injusto, pero el fútbol es el fútbol.

Desde entonces el Cacereño fue otro bien distinto. Inconexo, nervioso y especialmente impreciso, ya no hubo luces. Más bien se apagaron totalmente. No es que el Sevilla Atlético lo hiciera bien, más bien al contrario, pero es que los verdes olvidaron su religión del primer tiempo. Ni siquiera pudieron aprovechar la expulsión del visitante Israel (m. 76) ni los cambios que introdujo Cobos, como el de Juli Ferrer para aprovechar el juego directo.

No hubo apenas chance, ya que el Cacereño estaba obtuso, sin ideas y nublado y su ofensiva fue casi nula. De ahí la decepción final, que no era solamente de este encuentro. La frustración venía de atrás. De algo más de dos meses atrás.