Dos protagonistas en la salida del Cáceres Patrimonio de la Humanidad hacia Huesca, donde jugará esta mañana (12.15 horas). Por un lado, Ñete Bohigas, al que sus jugadores le cantaron un improvisado «Cumpleaños feliz» porque alcanzaba justo ayer los 52 años. Y por otro, Luis Parejo, novedad en el autobús después de dos partidos siendo baja por una contusión en un dedo.

El escolta, referente del equipo en varios sentidos, estaba muy feliz de poder volver a ayudar «en lo que Ñete y mis compañeros necesiten», dijo. La mejor manera de hacerlo será, argumentó, «no pensar en que he estado una semana parado».

Su recuperación es una noticia grandiosa para un equipo que, tampoco conviene olvidarlo, solo dispondrá hoy de ocho profesionales. Según cuenta Parejo, será una colaboración efectiva porque, preguntado al respecto, afirmó estar «a un 80-85%».

Estos días ha sufrido de lo lindo no pudiendo estar sobre el parquet, «porque las lesiones son lo peor para un deportista», pero al menos le quedó el consuelo de asistir a la victoria del miércoles frente al Iberostar Palma.

Eso situó al Cáceres en una dulce octava posición y le permitió ganar tiempo de cara al parón liguero de la próxima semana, cuando se disputa la Copa de la Princesa. Después se espera el regreso por fin de Guille Corrales, mientras que el de Rolandas Jakstas está todavía más indefinido.

BUENAS VIBRACIONES / Acumular un triunfo en tan difíciles circunstancias también ha llenado de confianza el vestuario, que se ve capaz también de asaltar Huesca. «Sabemos muy bien cómo es el rival: uno de los equipos que más rápido ha sabido entender cuál es su forma de jugar en esta liga. Es super duro en defensa, muy intenso. Si no tienes una lectura clara de cómo afrontar cada situación, vas a sufrir», dijo Bohigas el viernes.

La escasez de efectivos ha terminado produciendo un efecto paradójico, ya que varios de sus jugadores han aumentado su nivel. «Ahora el error pesa menos en sus cabezas. Cuando más a gusto nos hemos encontrado es cuando hemos sabido lo que somos, estemos seis, siete u ocho. Eso mismo le pasó a Huesca. Antes nos parecía un sueño ir a los playoffs y lo sigue siendo, pero vamos a intentarlo. Siempre desde la humildad, evitando las alharacas», reiteró el técnico.