Representantes de clubs y familiares de futbolistas de categorías inferiores de Cáceres promueven ya una recogida de firmas, sin descartarse un previsible plante si no se toman medidas en el futuro. Y todo ello, ante la peligrosidad que, según ellos, tienen instalaciones deportivas como la de los campos de la federación en Pinilla. Tampoco se descarta encauzar acciones para solucionar deficiencias de otros recintos de la ciudad y de la provincia, así como exigir la presencia permanente de sanitarios ante posibles urgencias médicas.

"Eso es peligrosísimo. Cualquier día va a haber una desgracia si no se pone remedio al problema de las vallas", dijo ayer uno de los promotores, José Pedro Artigas, padre de dos jugadores del Cacereño cadete.

EL ULTIMO SUSTO La espoleta ha sido el problema surgido este fin de semana con un jugador de este último equipo en el partido ante la UP Plasencia. David Gómez, el futbolista verde, perdió el conocimiento tras un choque con un contrario tras chocar contra una de las vallas.

Afortunadamente, el joven futbolista fue asistido a tiempo por la madre de otro jugador y el entrenador placentino, Luismi, colocándole un tubo de Guedel que le hizo recuperarse después de vivirse minutos angustiosos.

"A lo mejor pueden estar a una distancia reglamentaria, pero, entre otras cosas, la superficie que hay cuando termina el césped es muy resbaladiza y puede ser muy fácil que se produzca el golpe y pueda haber una desgracia", apunta por su parte el responsable de la Fundación Cacereño, Miguel Castro, que insta también a que se pueda dar una solución a un problema que tienen muchos campos de fútbol en el que disputan sus partidos equipos de base.

"Yo mismo, con mi hijo en Navalmoral, sufrí en mis carnes un gran susto, precisamente por ese motivo", dice Castro a modo de ejemplo para reafirmarse en que ese problema no es puntual de los campos cacereños.

De los dos campos de Pinilla, es el de arriba el que presenta el problema. Ahí disputan sus encuentros conjuntos como el Diocesano, de División de Honor juvenil; el Cacereño B, de Tercera División, o el Cacereño, de la Primera autonómica de juveniles. Representantes de los dos clubs futbolísticos más importantes de la ciudad ya han advertido sobre la peligrosidad en más de una ocasión. Ahora se pide ayuda a otras entidades en forma de firmas o, incluso, como dijo Artigas, "plantearnos un plante de los equipos". "Que retiren las vallas o las pongan más atrás", sugiere Artigas. Todo ello, por una causa y antes de que pueda ocurrir un suceso irreparable.