Cinco derrotas seguidas, siete en los últimos ocho partidos, segundo peor equipo de la segunda vuelta, resultados duros ante equipos de abajo... En el Cáceres Creativa el momento dista mucho de ser el ideal, pese a la paradoja de subir hasta el quinto lugar tras el último varapalo, el miércoles ante el Clínicas Rincón (86-67). La pregunta es ¿cómo se afronta esta difícil situación desde los distintos estamentos del club?

Jugadores: Niegan unafractura en el vestuario

El equipo se siente el máximo responsable de lo que está ocurriendo. "Si supiésemos qué está fallando, ya estaríamos trabajando para evitarlo", dice con incredulidad una voz autorizada del vestuario, que niega que exista algún tipo de división en la cocina . "Estamos unidos. Nos jode perder más que a nadie", añade. "Cuando ganemos un partido, nos liberaremos y volveremos a funcionar", aventura como remedio .

El clima es, como mínimo, de profunda preocupación, de máxima ansiedad. Y las bromas que antes proliferaban entre los jugadores están desapareciendo a pasos agigantados.

Entrenador: Paciencia,pero exigencia interna

Gustavo Aranzana está prefiriendo ofrecer un perfil bajo en sus comparecencias públicas, autoinculpándose en ocasiones de los malos resultados y evitando por lo general criticar a los jugadores. Intuye que mantener su conexión con ellos es lo único que puede revertir la situación.

A nivel interno su exigencia con la plantilla es mayor. No está contento con el rendimiento y así se lo ha expresado. Parece haber perdido la poca confianza que tenía en Jelani McCoy (suplente en Málaga) y espera de forma casi angustiosa el regreso de Ryan Humphrey, cuya recuperación se prolonga. Cree que, con él, no se hubieran perdido los tres últimos encuentros. Con dolor en el tendón de Aquiles, es posible que no vuelva todavía el domingo ante el Murcia.

Junta directiva: Apoyototal al entrenador

Que nadie piense que la directiva cuestiona al técnico. En público y en privado, quienes mandan en el club manifiestan su satisfacción por la dedicación y profesionalidad de Aranzana. No son tan indulgentes con los jugadores, de quienes se esperaba un paso adelante. Si hay algún movimiento, irá por ahí: no puede haber fichajes ya que el plazo acabó, pero sí alguna salida que colabore a aumentar la cohesión.

Una cuestión que se plantean los directivos es la continuidad del proyecto, condicionando sus ganas de seguir a que las ayudas públicas se mantengan en una cuantía similar y a que, sobre todo, la hinchada responda.

Afición: Del desánimoa la esperanza

Resulta difícil pulsar qué piensa el seguidor medio. Surgen dos bandos claramente diferenciados. Por un lado, los que se sienten muy decepcionados por la racha negativa y dan por perdida una temporada que tenía un buen rumbo. Por otro, los que piensan que el descarrilamiento aún puede evitarse (el cuarto puesto en liga regular es perfectamente posible) y que, en realidad, lo importante es mantener el baloncesto de élite en la ciudad, por encima de cómo se acabe este curso.

Aunque ahora es cuando es más lógico reclamar aliento, no parece que el domingo ante Murcia (12.30) sea el día más propicio para una buena entrada: pagan los socios, hay una mala dinámica y el partido del Cacereño en Almendralejo se televisa a la misma hora.