La selección española femenina de balonmano demostró que, pese a encajar su primera derrota, por 24-27 ante la todopoderosa Noruega, tiene argumentos suficientes para volver a pelear por el podio al que ya se subió hace cuatro años en Londres. Se pasó de un esperanzador 17-18 a un 18-24 a diez minutos para la conclusión.