Antes, durante e incluso después de las campañas electorales, la clase política nos suele bombardear con mil y una promesas. En muchos casos, más de los deseables, éstas se suelen quedar en eso, en simples promesas. El ciudadano sabe de antemano que no se cumplirán, ya que de lo que se trata es de ganar votos para llegar o seguir en el poder.

Ya casi en precampaña para las próximas municipales, en Cáceres estamos asistiendo a un fenómeno singular, representado en el candidato de Extremadura Unida Antonio Población, un clásico de la construcción en la capital cacereña.

Población, sin duda muy bien asesorado, ha tenido la feliz idea de, antes del inicio de la batalla , acercarse a la ciudadanía con varios gestos populistas, el más significativo de los cuales ha sido la adquisición de 2.000 entradas para repartir para el partido del sábado del Cáceres CB ante el Fuenlabrada.

El empresario ha triunfado a lo grande: su nombre ha salido en los medios de comunicación durante varios días pero, sobre todo, ha logrado que el pabellón multiusos casi se llene y los cacereños hayan apoyado en masa lo mejor que tienen, y que por desidia pueden perder: su equipo de baloncesto. El gesto no ha sido una promesa, ha sido una realidad: se ha gastado su dinero. Me creo ese electoralismo . Así se gana a la población Población. Bien por él.