El Extremadura no se quita de la cabeza otra cosa que no sea ascender de categoría. Para ello, desde el club, fijaron siempre tres objetivos. El primero, la clasificación para el 'playoff'. El segundo, el campeonato. Y el tercero, finiquitar la eliminatoria final. El primero de ellos ya es matemático desde el domingo pasado, tras el punto en Coria. A falta de cinco partidos, los azulgranas se han convertido en el primer equipo de la región en certificar el pase a fase de ascenso, algo que solo han podido hacer 13 clubs en España, de los 72 que deben rezar en los bombos de mayo. Junto al Extremadura están metidos Caudal, Langreo y Avilés (Asturias), Racing B (Cantabria), Atlético Saguntino (Valencia), Sanse (Madrid), Zamora (Castilla y León), Córdoba B (Andalucía Occidental), Mallorca B (Baleares), Logroñés, Calahorra y Haro (La Rioja). Por lo tanto, quedan dos metas por recorrer. Sin embargo, la primera, casi ni se ha celebrado. La ventaja con respecto al Badajoz sigue decreciendo y los de Juan Marrero solo tienen tres puntos de margen, cuando hace dos meses la renta con respecto a los blanquinegros era de doce. Y esto, claro está, preocupa.

Los números, que no suelen engañar, desvelan una clave esencial: la falta de pegada. El Extremadura, arrollador en cifras goleadoras durante todo el año, se ha quedado sin pólvora. No ha marcado en tres de los últimos cuatro partidos. "Parece que se nos ha acabado la pegada. Tenemos ocasiones que antes las marcábamos y ahora no. Esperamos que el equipo vuelva a tener acierto porque los entrenamientos están siendo muy buenos", argumenta Marrero. El técnico tiene claro que sus jugadores de ataque han de coger confianza. "Los futbolistas son humanos, pero si estamos líderes ahora, es por ellos también. Quedan cinco finales que son cinco guerras y tengo un grupo que va a saber competir en cada una de ellas", asegura.

Al Extremadura le quedan tres partidos como local (Olivenza, Azuaga y Don Benito) y dos como visitantes (Deportivo Pacense y Jerez). Con cuatro victorias le bastaría para ser campeón, ya que el 'average' está de su lado. Hasta el pichichi se le complica a Willy, frenado en 26 goles por los 25 de Carreño (Badajoz) y los 24 de Enrique (Azuaga).