El pasado domingo, en el Mérida-Villanovense, alrededor de 6.700 espectadores disfrutaron de un ambiente espectacular y con escasos precedentes en un partido de fútbol... de Tercera División. Horas antes, en El Cuartillo, el encuentro Cacereño-Granada B, apenas 600 personas estuvieron presenciando un partido de interés de Segunda División B. A 100 kilómetros, en Badajoz, sobre 1.600 seguidores en el Badajoz 1905-Calamonte, de Regional Preferente.

Los datos invitan a la reflexión. Incluso son difícilmente explicables. ¿Qué ha ocurrido para que se den estas cifras tan dispares, sobre todo teniendo en cuenta la diferencia de categorías? He ahí la cuestión.

Hay opiniones para todos los gustos, pero es evidente que en Mérida y Badajoz los respectivos clubs han hecho campañas de indudable éxito a la hora de captar fieles. También es palmario que el Cacereño ha fracasado en ese mismo intento. Todos señalan una causa clara: la maniobra de cambiar el Príncipe Felipe por El Cuartillo, algo que ha molestado sobremanera a muchos aficionados del Cacereño, que no la han perdonado.

"Yo hasta que no volvamos a nuestro estadio no vuelvo a ir a ver un partido del Cacereño". La frase es de un aficionado verde, y se ha escuchado en numerosas ocasiones desde el pasado mes de agosto. La consecuencia, clara: 700 socios menos que la pasada temporada (de 1.300 a 600), cabreo general y deserción.

Sin embargo, en la entidad han recapacitado y el retorno a casa , previsto para dentro de dos semanas ante el Cartagena tras la actual resiembra del césped puede hacer volver al estado de cosas anterior a esta anómala situación. La buena marcha del equipo verde y esa rectificación , que se espera haya sido a tiempo, auguran que todo volverá a la normalidad, en principio o, si finalmente no ocurre así, como le gusta decir a algún directivo, "es que en Cáceres no nos merecemos nada".

Los fenómenos de Mérida y Badajoz solamente pueden explicarse por la excelente campaña de captación de abonados emprendida. Con precios bajos --también los tuvo el Cacereño el pasado año-- y rebajas en las localidadades han hecho que las aficiones respondan en masa. Lo de este año en el Mérida es espectacular. Y en ello ha tenido mucho que ver también la confección del equipo, plagado de nombres conocidos, y la propia campaña en sí, muy agresiva en cuanto a difusión en las redes sociales. Todo un éxito. Lo de este fin de semana ha rebasado cualquier previsión.

ARENGAS "Esta vez la ciudad entera esta volcada, las oficinas llenas de aficionados, los bares solo hablan del mismo tema, las calles se ponen bonitas y los emeritenses vuelven a tener en cuenta al equipo. No es playoff, no es mayo, ni siquiera es una final, como han destacado varios miembros del equipo técnico esta semana, el partido es 'muy importante' pero no definitivo, creo que es una gran oportunidad para volcarnos de nuevo con el fútbol y con el Mérida", se podía leer en el blog 'Despiertan los romanos' antes del encuentro ante el Villanovense.

Desde este espacio, que elabora el responsable de comunicación del club, Txema San Félix, se transmite con esa alegría el fenómeno que se vive en Mérida en la actualidad.

En el Badajoz 1905 ya desde el pasado año, cuando el club partía desde la última categoría --la Primera Regional-- vendiéndose que la entidad era la heredera del desaparecido CD Badajoz, la afición respondió en masa. Se da la paradoja que este equipo atraía a muchísima más gente que el otro de la ciudad, el actual Badajoz CF, que llegó incluso a jugar fase de ascenso a Segunda B... y no caló. En este año, con un proyecto igualmente ambicioso, no ha habido apenas variaciones. Y el Badajoz 1905, por ese rédito, pide que su escenario debe ser el Nuevo Vivero.

Casos como los de Azuaga, Castuera, Coria o incluso Arroyo, en Segunda B (300 espectadores más que el Cacereño), son también muy significativos en cuanto a apoyo de la grada.