Gustavo Aranzana escudriña estos días a Randy Holcomb, uno de los pocos jugadores del Cáceres 2016 a los que no conocía mucho cuando llegó la pasada semana, y que fue fichado como gran estrella el pasado verano. 11,2 puntos y 4,3 rebotes son promedios que seguramente están por debajo de lo esperado, pero es que el pívot norteamericano está teniendo demasiados problemas con las faltas y únicamente está en pista 25 minutos por choque. Muestra talento, rapidez y salto, pero desde el club se le pide más. Su bajo porcentaje de tiros libres (54%) también preocupa, aunque lo compense en parte estando muy acertado en los de dos puntos (57%).

"Yo le veo bien, dentro de la dinámica de un equipo y una liga nueva a los que tiene que adaptarse, y también a los arbitrajes", analiza el agente de Holcomb en España, David Carro, el mismo que trajo la pasada campaña a Wayne Simien. "Seguro que va a ser uno de los mejores de la LEB Oro y que hará un grandísimo papel. Ahora viene un calendario mejor para el equipo", añade.

En su opinión, su pupilo está completando el proceso que necesitan todos los americanos para acoplarse y que cifra en aproximadamente dos meses. "El está contento tanto a nivel humano, con la ciudad, como en el deportivo y está viendo cómo puede mejorar su aportación", cuenta Carro, que también da una clave más técnica. "Seguramente como ´4´ abierto va a dar más rendimiento que jugando de ´5´, como ha tenido que hacerlo durante muchos minutos. Si le pones a defender a pívots natos sufre", aventura. Su próximo examen, el domingo ante el Mallorca.