--¿Cómo ha sido su primera Navidad en Canadá? ¿Qué hizo, por ejemplo, en la Nochebuena?

--Todo ha sido muy tranquilo, sin nada especial que contar. He pasado los días en casa, con la familia (su mujer, Ana, y su cuñada Inés, viven con él en Toronto) porque tampoco me apetecía moverme demasiado por culpa de la lesión, que me tenía preocupado. En Nochebuena fuimos a una cena organizada por uno de los trabajadores de los Raptors, en lo que aquí llaman ´open house´ (´casa abierta´).

--¿Había otros jugadores de los Raptors en la cena?

--No muchos, aunque sí que hubo dos o tres que se pasaron por allí.

--¿Qué tal les fue en la Nochevieja?

--Estuvimos en nuestra casa. Como he dicho antes, hemos pasado la mayor parte del tiempo haciendo vida familiar, tranquilos.

--Habréis echado de menos los dulces navideños tan típicos de España...

--La verdad es que no, porque hemos tenido la suerte de que nos visitaran amigos y nos trajeran productos como el turrón. Incluso pudimos comer las uvas a final de año, como es tradición en España, y estuvo muy bien.