A Jorge Campillo hay quien ha llegado a compararlo con el gran Severiano Ballesteros . Puede parecer exagerado, pero lo cierto es que este cacereño nacido el 1 de junio del 1986 no para de progresar. El pasado año, el de su debut en el Circuito Europeo, lo pasó con muy buena nota. Y este lo ha iniciado con un noveno puesto en el Abu Dabi HSCB Championship. Y entre ceja y ceja tiene el Race to Dubai, el último torneo del año, al que solo acceden los 60 primeros del ranking europeo.

Con poco más de tres años empezó a embocar la bola en un hoyo. Lo hizo en la parcela de su abuela primero y después en Marbella. Más tarde, cuando el Norba Club nació en Cáceres todo fue más sencillo. Aunque no más fácil. Como cualquier otro deportista el sacrificio hasta llegar donde está ahora ha sido mucho.

Lejos queda ya su estancia en Estados Unidos. Por cierto, fue su entrenador en la Universidad de Indiana, Mike Mayer , el que le comparó con Seve . Cuando se marchó al otro lado del Atlántico --después de un año en la Residencia Blume de Madrid, siendo miembro del equipo nacional de golf amateur y varias veces campeón de España en categorías inferiores-- lo hizo directamente como líder del equipo universitario. "Buscábamos eso --dice su padre, también Jorge Campillo --, porque era la mejor forma de que se acostumbrar a aguantar bien la presión; y allí hay mucha presión", cuenta.

Y allí no perdió el tiempo. Ganó nueve torneos y sacó "carrera y media". En un centro que goza de gran prestigio y que está considerado entre los diez mejores del país estudio Sport Marketing and Management (la entera, especializada en marketing y esponsorización deportiva) y Finanzas (la media).

Woods y la bola perdida

Días antes de partir hacia Abu Dabi Campillo apuraba sus últimas horas en casa con familia y amigos y disfrutando de un partido de baloncesto del Cáceres, deporte que también practicó. Se le notaba ilusionado. Por primera vez iba a jugar un torneo junto a uno de los más grandes del golf, Tiger Woods , actualmente en el número 2 del ranking mundial. Y le superó. "Jorge se apenó cuando Tiger no pasó el corte", cuenta el padre. El estadounidense sufrió un percance similar al cacereño, que perdió una bola en el último día de competición, que le impidió estar entre los mejores. No es habitual que se pierdan las bolas, "aunque tampoco es la primera vez que cosas como esta pasan en un torneo", dice el padre.

El noveno puesto en Abu Dabi es el tercer Top ten de Campillo desde que consiguió la tarjeta para el Circuito Europeo. El primero lo hizo en febrero en en el Avantha Masters, en la India, donde logró un segundo puesto que le reportó una bolsa de más de 156.000 euros. Después, en mayo, acabó quinto en el Abierto de España (77.400 euros). Desde entonces, su mejor posición había sido un decimonoveno puesto en el Johnnie Walker Championship de Escocia.

Aunque entre medio tuvo momentos espectaculares, como el hoyo en uno en el Abierto de Italia con el que obtuvo como premio un coche aportado por los patrocinadores del torneo (BMW). En total disputó 25 torneo, una cifra que este año podrá superar, ya que su mejor posición en el ranking le permitirá acceder a más plazas.

Ahora, con la moral alta por el noveno puesto en Abu Dabi, donde fue de menos a más, Campillo afronta los siguientes torneos del Circuito Europeo. De momento tendrá cinco intensas semanas de golf. Y casi sin parar, mañana vuelve a la competición en Qatar. De ahí, a Dubai para viajar después a Sudáfrica, donde disputará dos torneo entre el 7 y el 17 de febrero. "Es mejor así, porque Jorge está jugando muy bien ahora y es mejor no parar", explica su progenitor.

Campillo, mientras, a lo suyo, a hacer birdies y seguir sacando buenos resultados.