Alberto Contador ya reina en el Giro. Cuando solo se ha cumplido la primera semana de carrera, el ciclista pinteño ya ha conquistado la maglia rosa y lo ha hecho con tal poderío sobre el resto de contrincantes que da la impresión que absolutamente nadie osará toser al madrileño en la ya iniciada reconquista de la ronda italiana. La primera gran etapa de montaña, que se decidió en la cumbre del volcán Etna, en la isla de Sicilia, supuso una nueva exhibición de Contador, en la que sin duda fue una de sus mejores ascensiones como corredor profesional.

El 2011 podía convertirse en un año incierto para Contador. Pero, por ahora, aunque siempre tenga que estar con la sensación de vivir en el cráter de un volcán, no puede quejarse deportivamente. Ha ganado lo que se ha propuesto en una ruta trazada como entrenamiento para el Giro. Y cuando ha llegado la hora de la verdad, ayer en el Etna, Contador no ha defraudado. El ya no sorprende. El va a lo suyo. El, ayer, quería apuntarse un éxito en su repleto saco de trofeos. En el 2008 conquistó el Giro sin vencer en ninguna etapa. Fue una victoria lograda con sacrificio y padecimiento, entre otras cosas porque lo apuntaron a la prueba a última hora, estando de vacaciones y con una tregua en los entrenamientos. En esta ocasión quiere ganar disfrutando sobre la bicicleta. "Yo corro para disfrutar y cuando tengo piernas aprovecho las oportunidades", afirmó ayer a Efe tras coronarse en el Etna.

AIRE DE CARA El viento podía ser un obstáculo. Atacar con el aire de cara casi es un suicidio. !Por eso tuve mis dudas. Pero decidí tirar. Primero se pegó Scarponi, vi que flaqueaba y entonces ya fui a tope hasta la meta". El demarraje de Contador se produjo a siete kilómetros de meta, en los tramos de mayor dureza en la ascensión. Capturó al escalador venezolano Rujano, lo superó, aunque se le enganchó a rueda hasta que a falta de un kilómetro y medio para la línea de meta, en otra aceleración, ya se encontró sin ningún contratiempo para apuntarse el triunfo: etapa y liderato y todos sus contrincantes en la pelea por la victoria final a más de un minuto, gracias a los 50 segundos conseguidos en la meta y a la recompensa de la bonificación.

Los rivales quedaron asombrados, perplejos y hasta abatidos con la proeza de Contador. "Es el más fuerte. No sé lo que pasará de aquí al final, pero si sigue a este nivel no podré batirlo", aseguró Vincenzo Nibali, otro de los favoritos a la victoria final.