No ha sido una semana especialmente tranquila para el Linares, aunque el 0-0 de la ida gustó a su entrenador, Antonio José García 'Torres'. Sin embargo, a nivel institucional la directiva anda enfrentada con un amplio sector de aficionados, que demostró su poder durante los últimos días primero obligando a reducir los precios para el choque de hoy y después empezando a mover una moción de censura.

La plantilla intenta aislarse de un panorama aparentemente agitado. Su segunda vuelta del campeonato fue mala y casi tuvo que dar gracias por el mal menor de la eliminatoria de permanencia, un poco al estilo del Cacereño.

Al igual que los verdes, tampoco ha sido inmune a las bajas, la última de ellas en el Príncipe Felipe, cuando Lara tuvo que retirarse lesionado con un esguince. No podrá jugar hoy y su puesto en el centro del campo aspiran a ocuparlo Joselu y Kike Boula.

Por lo demás, no se prevén más novedades respecto al once que se alineó en Cáceres, con Copito ocupando la portería; Bauti, Alvaro Vega, Rosales e Higinio en defensa; Rodri y Fran en el medio; Corpas y el sustituto de Lara por las bandas, David Gámiz de enganche y Salinas --su máximo goleador con ocho tantos-- como hombre más adelantado. Hasta hoy no se ofrecerá íntegra la convocatoria.

EN LA GRADA Lo que sí está asegurado es el ambiente enfervorecido, el propio de las grandes ocasiones. Linarejos (12.000 espectadores) se llenará, o casi. La afición del Linares envió a 500 representantes el domingo y, salvo sorpresa, el Cacereño no llegará a esa cifra, aunque sí habrá como mínimo dos autobuses y algunos aficionados más viajando por su cuenta. Todos ellos estarán en un sector acotado.