Convocatoria de estabilización en el sistema educativo extremeño

Oposiciones docentes: ni reloj ni pizarra ni pelo suelto

Educación publica las instrucciones generales para el proceso selectivo de maestros y profesores que se celebrará el 22 de junio con más de 15.300 aspirante. Usarán hojas ‘autocopiativas’ y se recomienda acudir a pie

Oposiciones docentes en Extremadura sin relojes ni pelo suelto.

Oposiciones docentes en Extremadura sin relojes ni pelo suelto. / EL PERIÓDICO

Falta poco más de un mes y medio para que comiencen las oposiciones docentes más numerosas de la historia en la comunidad. Son 15.314 los aspirantes admitidos para participar en este proceso selectivo correspondiente a la convocatoria de estabilización en la que hay en juego 819 plazas fijas. Es una oposición histórica también porque reúne a los cuerpos de maestros y profesores, algo muy poco frecuente, y porque cuenta con una cifra récord de 279 tribunales que estarán conformados por casi 1.400 docentes en activo. Y es una oposición extraordinaria también porque será diferente a las ordinarias: no hay prueba eliminatoria, ni examen práctico en la mayoría de las especialidades (solo en las de Formación Profesional), tampoco habrá que entregar una programación ni habrá sorteo ‘in situ’ para elegir la unidad didáctica que toca preparar y exponer ante el tribunal el llamado día de la encerrona. 

Un ‘modus operandi’ diferente (solo un examen escrito, un práctico también para FP y una exposición oral) que se regirá por unas normas algo distintas y muy concretas que la Consejería de Educación acaba de hacer públicas esta semana. Entre las más destacadas, el uso de hojas de examen ‘autocopiativas’, que supone que se generará una copia de la prueba escrita que también deberá entregarse al tribunal y que obliga a tener en cuenta el tipo de bolígrafo utilizado: «hay que comprobar que al escribir se copia el texto correctamente y se recomienda evitar bolígrafos de tinta líquida y plumas estilográficas», indica el documento publicado en Profex. En el examen escrito no se podrá utilizar lápices que permitan su borrado, ni correctores líquidos o cintas, el conocido Tipex. «En caso de error deberá tacharse lo que no deba ser leído».

Hay otras normas generales para todo el proceso también para subrayar. La administración recomienda acudir a las sedes de examen con antelación y a pie siempre que sea posible (especialmente en las especialidades que se llevan a cabo en los campus universitarios y en la Universidad Laboral de Cáceres) y hacerlo también con el pelo recogido «para facilitar la comprobación de la no existencia de dispositivos de conexión o reproducción». Además, aunque el tiempo es un factor a tener muy en cuenta durante las pruebas (el examen escrito dura un máximo de 2 horas y la exposición oral no más de 30 minutos), no estará permitido el uso de relojes de ningún tipo. «Las comisiones de selección, a través de sus tribunales, facilitarán vías de información sobre el tiempo transcurrido en cada prueba», especifica la consejería. 

Como en otros exámenes, queda prohibido el uso de cualquier otro dispositivo electrónico, por lo que Educación recomienda «encarecidamente» acudir a las pruebas únicamente con el material imprescindible para los exámenes, ya que nadie se hará responsable de pérdidas, robos o deterioros que pudieran producirse en bolsos o teléfonos móviles. Y ojo que si suena la alarma del móvil, aunque este estuviera apagado, podría ser considerado un «acto fraudulento» y suponer la exclusión del proceso, recogen las instrucciones.

Agua sí, pero sin etiqueta

Sí estará permitido que sobre los pupitres haya agua para aliviar el previsible calor de junio y templar los nervios, pero las botellas deberán estar sin etiquetado ni texto alguno. Una vez terminadas las pruebas escritas, se convocará con al menos 48 horas de antelación a los aspirantes para comenzar la segunda fase del proceso: la lectura de los exámenes y las exposiciones de una unidad didáctica para las que rigen las normas generales anteriores más otras específicas, como por ejemplo, la prohibición de usar pizarras en las exposiciones orales, algo que hasta el momento no se había especificado y que ha pillado por sorpresa a preparadores y opositores, que tampoco tienen del todo claro que material puede usarse. Y una advertencia más: hay que hacer una lectura literal del contenido escrito. «El desajuste siquiera mínimo entre el contenido desarrollado por escrito y la lectura del mismo conllevará una calificación de 0».

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