El Real Madrid anunció ayer la incorporación a su proyecto de un árbitro de primera línea, el madrileño Megía Dávila, que ha decidido cambiar el silbato por las relaciones públicas con los colegiados que dirijan los partidos del conjunto blanco, a los que acompañará y proporcionará cualquier cosa que necesiten. El excolegiado formará parte del área de relaciones institucionales, que dirige Emilio Butragueño.

El nuevo Madrid mira alto. Tanto que Florentino y su equipo están decididos a combatir el famoso Villarato , término con el que la prensa suele definir los errores de los árbitros en contra del conjunto blanco. Las relaciones entre el presidente del Madrid y el de la Federación Española de Fútbol (RFEF) siguen en punto muerto. Más aún con la presencia de Ramón Calderón en la presidencia de la comisión del centenario de la RFEF. Pese a ello, Butragueño, el nuevo director de relaciones institucionales del club, prepara ya el camino para el aterrizaje de Pérez en la federación, una vez que Calderón la abandone.

La decisión del Madrid no es pionera, ya que otros equipos como Valladolid, Villarreal y Sevilla también han incorporado árbitros en su organigrama. Megía Dávila ha dirigido 220 partidos en Primera División.