El Rápido de Bouzas, quinto clasificado de la Tercera División gallega es el rival que le ha tocado al Mérida en la eliminatoria de cuartos de final de la Copa Federación. El partido de ida será el próximo día 4 de febrero en el Estadio Romano, mientras que la vuelta será en el Municipal de Bouzas, de césped artificial, una semana después. Lo peor para el Mérida es que es un desplazamiento muy largo en una semana en la que después de viajar a tierras gallegas, tiene que desplazarse a Cartagena para el partido liguero.

Llama la atención que en la página web del club titula el emparejamiento con un "nos tocó el gordo", destacando el pasado emeritense en Primera. Además se señala que el técnico del Mérida, Antonio Gómez, "es un amigo de todos los boucenses" y que incluso se le tanteó para fichar por el Rápido antes de que firmara por el Coruxo. En la información también se recuerda que "cuando Antonio era entrenador del Coruxo, en 2012, les eliminamos de la Copa Federación en las semifinales gallegas- o sea, que todo es posible".

Sin embargo, a la parroquia emeritense le preocupa el futuro más inmediato y éste pasa por el partido de este domingo (17.00 horas), frente al UCAM Murcia. La primera preocupación es conocer cómo va a estar la enfermería, pues hombres como Jesús Perera, Iván Matas o Paco Borrego van a tener difícil llegar.

Por otro lado, el partido del pasado miércoles en Badajoz tampoco dejó contento al míster pues, teniendo en cuenta que la eliminatoria estaba sentenciada, era un partido para los menos habituales y según Gómez "las oportunidades son para que las aprovechen y no estoy del todo satisfecho", en alusión a la actitud de alguno de sus pupilos.

El preparador del Mérida declara abiertamente que están buscando en el mercado un lateral izquierdo menor de 23 años y un delantero centro "porque sólo tenemos dos y debemos tener tres, pues ahora Gonzalo está lesionado y sólo nos quedamos con Pedro Conde".