Fue muy duro tener que decirle a Rafa y a todos los que estaban a su alrededor que debía dejarlo", admitía Angel Ruiz Cotorro, médico de la Federación Española de Tenis y que trabaja con Rafael Nadal desde que tenía 16 años. "Ya hemos vivido situaciones límite otras veces con otras lesiones, pero esta es muy dura. El riesgo de rotura era muy alto y seguramente no habría podido ni acabar el torneo. La vaina del tendón no era capaz de soportar la tensión. Cada vez sufría más. Si hubiese seguido y se hubiera roto, habría supuesto cinco o seis meses de baja", aseguró el doctor, que evitó dar ningún plazo para el regreso a las pistas del nueve veces campeón de Roland Garros.

"Ahora hay que ver cómo evoluciona la lesión y cómo reacciona la articulación al reposo. Riesgo cero. Hay que intentar su recuperación en el menor tiempo pero con la máxima seguridad"O, explicaba Cotorro. De momento Nadal deberá estar con el brazo inmovilizado un par de semanas. "Después ya se verá. Cada persona reacciona de distinta forma".

OPERACION Nadal es el primero en saber que una lesión en la muñeca es una de las peores que puede tener un tenista porque es la prolongación de su brazo y debe sentirla en perfecto estado para pegarle a la pelota. Solo hay que recordar la situación del argentino Juan Martín del Potro, que ya ha sido operado en varias ocasiones de sus muñecas y ha estado parado casi dos años.

"Roland Garros sin Nadal no es verdaderamente Roland Garros", escribía ayer Mats Wilander, en su columna del diario deportivo francés L'Equipe .

La noticia cayó como un jarro de agua fría entre los organizadores del torneo que se frotaban las manos con esa semifinal anunciada para el próximo viernes entre él y el número 1 mundial. A Novak Djokovic se le han abierto ahora las opciones de conseguir el Grand Slam que aún le falta.