La violenta batalla campal entre hooligans ingleses y aficionados rusos que se vivió el sábado en las calles de Marsella durante la Eurocopa de fútbol ha llevado a la UEFA a amenazar con la descalificación a Inglaterra y Rusia si sus hinchas reinciden y vuelven a protagonizar este tipo de incidentes. "Reclamamos a las federaciones inglesa y rusa que pidan a sus aficionados comportarse de manera responsable y respetuosa", indicó en una nota.

La institución organizadora del torneo ha abierto un expediente disciplinario contra Rusia por el comportamiento "racista" de sus aficionados en el estadio Vélodrome de Marsella, que al término del encuentro Inglaterra-Rusia se ensañaron con los espectadores ingleses cuando éstos abandonaban el campo. El caso será examinado mañana.

El lamentable espectáculo que ha empañado el inicio de la Eurocopa ha obligado también a admitir algunos errores. La UEFA reconoce que los hinchas de las dos selecciones no estaban bien separados en las gradas y se ha comprometido a reforzar el dispositivo de seguridad en el interior de los estadios en coordinación con las autoridades francesas.

35 HERIDOS El país anfitrión, por su parte, ha defendido la actuación de las fuerzas de seguridad galas, a pesar de que el amplio dispositivo diseñado para garantizar la tranquilidad del torneo no ha impedido a los hooligans sembrar el caos en el Puerto Viejo de Marsella, donde la refriega se ha saldado con 35 heridos y 10 detenidos.

Para evitar nuevos excesos, el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, pidió ayer a las delegaciones del Gobierno prohibir la venta de bebidas alcohólicas en vísperas de los partidos en los alrededores de los estadios y en las zonas de los aficionados.

Cazeneuve indicó que a los hinchas que se vean envueltos en altercados violentos se les podrá prohibir permanecer en las ciudades sede de la Eurocopa hasta que finalice el campeonato el próximo 10 de julio.

VETO A 6.000 'HOOLIGANS' Junto a la amenaza terrorista que pesa sobre el país, las autoridades francesas habían advertido en reiteradas ocasiones del riesgo de tumultos provocados por los hooligans, un peligro que, según Cazeneuve, "se ha tenido en cuenta por los servicios de seguridad". De hecho, se ha impedido la entrada en territorio galo a 3.000 personas que figuraban en los ficheros de los países participantes en la Eurocopa como potenciales ultras. A ello se une la decisión de Londres de retener el pasaporte de 3.000 hooligans para evitar que viajen a Francia durante el torneo.

Sin embargo, según el portavoz de Interior, Pierre Henry Brandet, los ultras violentos de Marsella "no estaban fichados por los servicios de seguridad de sus respectivos países" y por tanto no pudo prohibirse su entrada en el país. "En un contexto de mucho alcohol, se dedicaron a lo que algunos sociólogos llaman hooliganismo circunstancial", comentó Brandet.