La Comisión Europea (CE) ha confirmado el frenazo a la recuperación económica en la zona euro durante la segunda mitad del año, aunque mantiene su previsión de crecimiento para el 2011 en el 1,6 % debido a los buenos resultados del primer trimestre.

"Se espera que el crecimiento en la segunda mitad de 2011 sea tenue, llegando prácticamente a un estancamiento hacia finales de año", señala la CE en su revisión de las perspectivas económicas en las que, pese a todo, descarta una nueva recesión. En el caso del conjunto de la Unión Europea, el Ejecutivo comunitario ha rebajado en una décima, del 1,8 al 1,7 % su pronóstico de crecimiento para el año.

Con la crisis de la deuda golpeando a Europa, Bruselas ha revisado significativamente a la baja sus previsiones para el tercer y el cuarto trimestre, cuando cree que la zona euro crecerá solo un 0,2% y un 0,1%, respectivamente. Ese bajón quedaría compensado en el cómputo de todo el año (1,6%) gracias a los inesperados buenos resultados del primer trimestre, cuando el bloque creció por encima de lo previsto inicialmente.

Los pronósticos para España se mantienen

Las previsiones van en la misma línea en todas las grandes economías del euro, y solo Alemania ha visto mejorado su crecimiento anual respecto de lo previsto en primavera (del 2,6% al 2,9%), aunque lo ha hecho a causa de su buen inicio del año y también se verá afectada por el parón en los próximos meses. La CE ha rebajado las expectativas de crecimiento tanto de Francia (del 1,8% al 1,6%) como de Italia (del 1% al 0,7%) y ha decidido mantener en el 0,8% su pronóstico para España.

Fuera del euro también se confirma el frenazo, especialmente en el Reino Unido, que este año crecerá según Bruselas un 1,1%, frente al 1,7% que le asignaba hace unos meses. En el conjunto de los Veintisiete, la previsión se rebaja una décima, del 1,8% al 1,7%.

Caída generalizada

La Comisión constata en su informe que el bache que ya veía en sus previsiones de primavera será previsiblemente "más profundo" a causa del debilitamiento de la demanda interna, el deterioro de la confianza, el impacto de la crisis en los mercados financieros y de las consecuencias de los ajustes fiscales en algunos países comunitarios. Bruselas pone en el contexto global esa ralentización del crecimiento, recordando que la recuperación también perderá vigor en Estados Unidos y que el crecimiento se ha moderado en varias de las economías emergentes. Con todos estos datos, el Ejecutivo comunitario ha revisado también a la baja sus previsiones de inflación en la zona euro, del 2,6% al 2,5% y en la UE, del 3% al 2,9%.