Dudas de los mercados. Un concepto que nos hemos acostumbrado a oír y temer, siempre asociado a cualquier cosa que suene a España. Claro que una cosa es la duda metodológica que llevó a René Descartes a concluir que solo sabía que no sabía nada --para levantar a partir de ahí constructos filosóficos-- y otra es la sombra de la duda de los demás, que te puede llevar a la ruina.

De todas las reformas y recortes que el Gobierno ha impulsado desde el pasado verano para alejar el fantasma del rescate europeo, el último plan de reestructuración de las cajas está siendo de momento el que peor acogida ha tenido por los inversores. De hecho, las dudas que tanto tememos y que el Ejecutivo pretendía disipar, lejos de alejarse, nos vuelven a acechar.

El mercado esperaba una respuesta mucho más contundente y rápida: una recapitalización inmediata de las cajas más débiles y la conversión del sector en bancos. "No parece que haya un estímulo claro para que el sector privado inyecte fondos, sobre todo teniendo en cuenta que aún persisten dudas sobre la profundidad de los problemas de la calidad de los activos", avisó ayer la agencia de calificación Fitch.

Otra vez la duda, como la que provocó el comisario de Competencia, Joaquín Almunia, al afirmar que el sector necesitará más de los 20.000 millones de euros en capital avanzados por el Gobierno como máximo, en línea con lo defendido por los bancos de inversión.

Luego rectificó, pero fuentes del Ministerio de Economía aseguraron a Efe que la vicepresidenta Salgado dio esa cifra como la máxima de recursos públicos que se inyectará, pese a que ella defendió el lunes que "la cantidad total necesaria no será superior a los 20.000 millones" y que "eso no quiere decir que el FROB deba aportar" esa cantidad, pues se cuenta con que las entidades logren fondos privados.

Más dudas, que están enrareciendo el ambiente. Los bancos están preocupados, porque son los que sufren en bolsa los efectos de la dubitación. Valoran que se haya hecho algo para solucionar los problemas de las cajas, pero mayor es su descontento por el contenido del plan, pues a su juicio prolonga la agonía.

La prima de riesgo de España frente a Alemania está ya en 225 puntos básicos, frente a los 202 del lunes. Gracias a Wall Street, el Ibex 35 logró un alza del 0,06%, hasta los 10.670,7 puntos, pero lejos de las subidas europeas. Además de los bancos, las energéticas se vieron castigadas por el recorte en los costes reconocidos al sistema eléctrico.