El G-20 se constituyó ayer como "foro principal para la cooperación económica internacional", un anuncio que eclipsa a otros grupos como el G-8 (de los países más ricos), encargado desde los años 70 de supervisar y guiar las decisiones económicas del mundo. La vicepresidenta segunda del Gobierno español, Elena Salgado, dio por hecho que España, como ha ocurrido desde que el G-20 se puso al frente de la crisis el año pasado, seguirá participando en las cumbres que se organizarán desde ahora.

España, además de ser la novena economía del mundo, según algunos indicadores, tendrá otro visado para continuar entre los elegidos: la UE es un miembro con silla propia en el G-20 y el primer semestre del año próximo Zapatero será el presidente de turno de los Veintisiete.

Los líderes del G-20 reunidos en Pittsburgh (Pensilvania) acordaron convocar una cumbre al menos una vez al año. El documento de las conclusiones no concreta cuál será el futuro del G-8, pero Stephen Harper, primer ministro de Canadá, país que ostenta la presidencia de turno de ese grupo el año próximo, hizo ayer un regate para conjugar todos los intereses.

Harper se reunió con el presidente de Corea de Sur, Lee Myung-Bak, que estará al frente del G-20 en el 2010, y le ofreció organizar dos o tres días de reuniones en junio del año próximo en Canadá, de manera que el primer día se vean en privado los líderes del G-8 y, posteriormente, se sumen el resto de dirigentes, hasta llegar al G-20. El esquema sería algo parecido al utilizado por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, este año en el G-8 de L´Aquila.

PUESTOS VERDES En su intervención en una de las sesiones de ayer, Zapatero expuso su tesis de que los efectos del cambio climático son una oportunidad para crear un nuevo modelo productivo y "empleo más estable y más sostenible". El jefe del Ejecutivo instó al presidente de EEUU, Barack Obama, y al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para que "ejerzan su liderazgo" y trabajen por el éxito de la cumbre sobre cambio climático de Copenhague de diciembre.

La vicepresidenta Salgado aplaudió la regulación de las retribuciones variables que perciben los ejecutivos de las entidades financieras y se felicitó de que "todos los dirigentes" hayan pedido que se mantengan los estímulos fiscales.