Extremadura, junto a Castilla y León, Castilla-La Mancha, y Aragón, se encuentra entre las regiones más afectadas por la desaparición de las tarifas especiales para regadío y por el nuevo encarecimiento de la factura eléctrica de entre un 20% y un 40% vigente desde el pasado mes de julio, según un estudio realizado a nivel estatal por la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore).

El estudio revela que aquellas comunidades autónomas que han transformado en mayor medida sus explotaciones hacia sistemas de riego más eficientes (aspersión y goteo), son también las que se verán más afectadas por la nueva normativa.

Por otro lado, el estudio muestra que el encarecimiento de las tarifas eléctricas puede frenar el proceso de modernización de regadíos e incluso provocar el cambio hacia otros cultivos que exijan menor consumo de agua y, por tanto, de energía.

De esta forma, la comunidades españolas que sufrirán en mayor medida las consecuencias de esta subida eléctrica serán aquellas que utilizan sistemas de riego por aspersión o automotriz para abastecer la mayor parte de su superficie regada, sistemas que permiten un mayor ahorro de agua, pero que también exigen mayor consumo energético. En España, en más del 20% de los regadíos españoles se utiliza este tipo de sistemas.

Por regiones, las comunidades que se verán más afectadas por la subida de las tarifas eléctricas son Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura, regiones donde el riego por aspersión se utiliza, respectivamente, en un 40,2%, 26,7% y 20% de la superficie regada.

Por el contrario, las comunidades que se verán menos dañadas por el encarecimiento de la factura eléctrica coinciden precisamente con aquellas zonas de mayor pluviometría, como son el País Vasco y Cantabria.

Por todo ello, la Federación de Regantes considera "paradójico" que el Ejecutivo "premie" el esfuerzo realizado por los regantes en estos últimos años para modernizar sus explotaciones agrarias con una subida tarifaria de este calado.