Con matices en el lenguaje, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la cancillera alemana, Angela Merkel, se pusieron ayer de acuerdo en reclamar más transparencia al capitalismo financiero y en proponer una estrategia común de la Unión Europea (UE) frente a los especuladores, tras la reciente convulsión desatada por la crisis de las hipotecas en EEUU.

En una cumbre informal celebrada en el castillo de Meseberg, 80 kilómetros al norte de Berlín, Sarkozy planteó a Merkel uno de sus temas favoritos, la lucha contra la especulación financiera y la reciprocidad en los intercambios comerciales, sin referirse esta vez al euro fuerte, sobre el que ambos Gobiernos discrepan.

ETICA Y MORALIZACION En la conferencia de prensa posterior a la reunión, Sarkozy criticó la competencia desleal de EEUU y China, habló de "ética" y de "moralización de los mercados financieros", y repitió que él cree en la economía de mercado, pero no en la especulación. Más prudente, Merkel prefirió pedir "transparencia" a los mercados, como ya hizo como presidenta de turno del G-8 (los siete países más industrializados y Rusia), y descartó nuevas "regulaciones".

Sarkozy coincidió en que "esa falta de transparencia no puede continuar". "No podemos permitir que algunas decenas de especuladores tiren por la borda todo el sistema internacional, reciban préstamos con cualquier tipo de condiciones, compren a cualquier precio y que no se sepa quién presta", afirmó el presidente francés. La necesidad de mayor transparencia será debatida en octubre por los ministros de Economía y Finanzas de la UE con el objetivo de presentar una postura conjunta en la sesión de otoño del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Ambos dirigentes abordaron también la cuestión de la política energética común. Sarkozy intentó atraer a Merkel hacia la opción nuclear, la "energía del futuro", dijo, tras recalcar que la eólica no es suficiente ante la perspectiva de que se acabe el petróleo en 30 o 40 años y el gas en un siglo. El acuerdo de gobierno en Alemania entre la derecha (CDU) y los socialdemócratas (SPD) prevé el abandono de la energía nuclear en el 2020, decisión que el SPD sigue defendiendo, pero que Merkel podría anular si gana las elecciones del 2009 y puede gobernar en solitario o con los liberales.