El Distrito Norte de Cáceres tiene más de 5.000 jóvenes menores de 18 años. Es la zona de mayor crecimiento, con 19.256 habitantes a 1 de enero de 2018. Otros municipios extremeños con menor población cuentan con más de un instituto, caso de Coria o Trujillo. Pero en la principal zona de concentración de viviendas del Distrito Norte cacereño no hay ninguno, lo que obliga a la mayoría de los estudiantes a trasladarse entre 3 y 5 kilómetros, incluso más, para ir a clase cada día a sus tres institutos de referencia: IES Universidad Laboral, IES Hernández Pacheco o IES Ágora. Cualquier desplazamiento exige dos transbordos en autobús. La línea directa Mejostilla-Campus (RM), que funciona a ciertas horas hasta la Laboral, va llena y no siempre admite más viajeros.

Antonio, como muchos otros padres de la zona, ha convertido su coche en transporte escolar. Cada mañana a las ocho y cuarto acerca a su hija de 15 años a la Laboral, a 3 kilómetros de casa, «pero además me llevo a dos vecinos de ESO y Bachillerato. Luego, otra madre los recoge a mediodía», relata. Ellos se apañan bien. Los hay que no tanto: su marcha diaria para cursar las enseñanzas obligatorias se convierte más bien en una peregrinación. O madrugan en exceso y llegan antes de que abran los institutos, o no están seguros de hacerlo a tiempo. Es lo que tiene depender del autobús y de los transbordos. Ir a pie a cualquiera de estos centros no es opción.

Los padres y las asociaciones de vecinos de la zona llevan ya una década demandando un centro propio. «No entendemos cómo aún no existe un instituto de referencia en el Distrito Norte que no sólo permita un derecho obligatorio en España, sino que además aúne y permita la convivencia de todos los habitantes del distrito, sea cual sea el barrio o su situación económica-social». Así lo recoge un completo informe sobre las ‘Necesidades Educativas en el Distrito Norte’ firmado por los representantes vecinales de Mejostilla, Cáceres el Viejo, Gredos, Ronda y Montesol. Es muy exhaustivo, con cálculos, datos y propuestas que pisan tierra.

Su principal argumento resulta incuestionable: el Distrito Norte es el que más crece, con 491 vecinos más en el último año (un 2,61%), mientras que el resto de distritos pierden población. Además, tiene la mayor masa de jóvenes menores de 18 años: un 26,2%. Es decir, uno de cada cuatro habitantes de esta zona debe realizar estudios obligatorios de Secundaria, y no puede ir caminando a clase.

«ES DE JUSTICIA» / «Estamos cansados de pedir un instituto, llevamos años haciéndolo, es de justicia», afirma el presidente de Mejostilla, Jacinto Mellado, que ha visto siempre a sus vecinos encajando agendas para llevar a sus hijos a clase. «Durante años nos engolosinaron con el traslado del IES Virgen de Guadalupe a esta zona, pero no se hizo. Al final han puesto la Línea RM, de refuerzo de Mejostilla al campus, para llegar a la Laboral. Lo agradecemos mucho, pero también se ha quedado corta», lamenta.

Raúl Pérez es el presidente de la Urbanización Cáceres el Viejo. «Solo aquí viven 1.055 menores de 18 años que no tienen posibilidad de acudir andando al instituto», precisa. La Línea RM hace allí la última parada de la zona y suele ir llena, de modo que muchos padres optan por llevar a sus hijos a la Laboral para asegurarse de que llegan puntuales. Otros los trasladan a distintos institutos de Cáceres. «La urbanización tenía en sus planos solares de uso educativo. Con la cantidad de población joven que se trasladó aquí, no pensábamos que esto pudiera pasar», indica Raúl Pérez.

El problema es que los institutos de Cáceres han quedado alejados de algunas zonas de gran expansión urbanística y su ubicación no responde a las nuevas exigencias. Por ejemplo, El Brocense, Norba Caesarina y Virgen de Guadalupe están ubicados en el centro cacereño, unos junto a otros. Hoy esa concentración no tiene sentido. La Consejería de Educación ha tratado de hacer un reparto complicado con estas premisas. Por ello, el Norte tiene asignada la zona 1, a la que pertenecen los institutos Ágora, Hernández Pacheco y Universidad Laboral, «todos a una distancia excesiva para que un adolescente de 11 a 18 años pueda desplazarse andando», recoge el informe.

De este modo, los alumnos de la Laboral deben coger dos líneas distintas de autobús urbano, una detrás de otra: Línea 2 o Línea 8 más luego la Línea 3 o Línea Campus. El problema es que las dos últimas llegan abarrotadas a la zona Norte, «provocando grandes dificultades para su uso e incluso la imposibilidad de acceder al autobús», subraya el estudio.

Con el objetivo de facilitar el trayecto y evitar este trasbordo, desde 2017 funciona la Línea RM o RT. Sale de la Plaza de Toros y pasa por distintos puntos del Distrito Norte (Montesol, Ronda, Gredos, Cáceres el Viejo...) para seguir hacia la Laboral y distintas facultades del campus. El problema es que también va muy llena porque sólo pasa de 7.30 a 9.30 y de 13.30 a 16.00, en intervalos de media hora. Para entrar en la Laboral a las 8.30 hay que coger el que sale a las 8.00 (los demás llegan tarde o excesivamente temprano), de modo que no siempre se puede acceder al autobús.

Por último, el traslado al Hernández-Pacheco o al Ágora también necesita tomar dos autobuses e invertir mucho tiempo. Y por supuesto dinero en todos los casos. «Tengo tres hijos. Solo en el trayecto de ida a la Laboral en la Línea RM gastamos cada mes 50 €. Afortunadamente no tienen que hacer transbordo y a la vuelta los recojo yo. No hay ayudas», explica José, un padre de familia numerosa residente en Mejostilla.

Por todo ello, el movimiento vecinal solicita la dotación de un instituto de Secundaria (también con estudios de Bachillerato y FP) en el Distrito Norte, «a ser posible en la zona más céntrica de dicho distrito, para que todos sus residentes puedan tener derecho a una enseñanza digna con la posibilidad de desplazarse andando, de modo que se reúnan los requisitos básicos de calidad que cualquier ciudadano merece, sin estar a expensas de ser escolarizados en otros institutos con plazas libres a grandes distancias de nuestras viviendas, o mediante soluciones deficientes como el refuerzo del transporte a la Laboral», subrayan las barriadas en su estudio.

Los vecinos recuerdan que todos los grupos políticos del ayuntamiento aprobaron el pasado verano una moción presentada por el Distrito Norte para la creación de un instituto. Califican esta necesidad de « acuciante» porque los escolares que ahora cursan Primaria, y que paulatinamente llegan al instituto, ni siquiera caben en los colegios del Distrito Norte. De hecho, en la zona existen dos centros públicos, Extremadura y Castra Caecilia, y dos concertados, Diocesano y Nazaret, al que le acaban de concertar una segunda línea que ya se extiende a Infantil Primaria y Secundaria, para que pueda absorber más alumnos.

A CLASE POR LA RONDA NORTE / Lo cierto es que la falta de plazas también obliga a que numerosos escolares de esta zona acudan a colegios de otros puntos de la ciudad. Según un estudio realizado por el movimiento vecinal, en torno a 250 alumnos de Primaria se desplazan diariamente desde el Distrito Norte a otros puntos, especialmente al Oeste: unos 150 al colegio Licenciados, 80 al colegio Dulce Chacón, 30 más al Vivero... Recorren unos 5 km. de ida y otros 5 km. de vuelta para recibir una enseñanza obligatoria.

Con todos estos datos, los dirigentes vecinales reiteran la necesidad tanto de otro colegio público como de un instituto. «No tendríamos que ocupar plazas propias de otras zonas de la ciudad a distancias kilométricas, mejorando considerablemente la calidad de la enseñanza», subrayan.

En su estudio, los residentes recuerdan que Extremadura dispone de fondos FEDER hasta 2020 en el área de Educación. «Pueden ser de auténtico aprovecho para poner una solución concreta y rápida a este gran problema», afirman, repasando en su estudio la «multitud de espacios calificados como equipamientos educativos» que existen en el norte cacereño de cara a crear nuevos centros.

También insisten en ofrecer soluciones prácticas, como el traslado del IES Virgen de Guadalupe (linda con otros dos institutos) hasta el Norte, una solución que se ha planteado en varias ocasiones la Delegación Provincial de Educación. Sería una propuesta más sencilla, ya que este instituto solo necesitaría un edificio (mantendría el personal) y su oferta académica agrada a la zona norte (Secundaria, Bachillerato y FP).