El expresidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, presentó ayer su renuncia como diputado en la Cámara autonómica y comunicó que deja la política. Atutxa negó que su decisión tenga relación alguna con el juicio al que se enfrenta el próximo día 26 por presunta desobediencia al Supremo. Según afirma, meditó su retirada cuando, en mayo pasado, diputados de PP, PSE y EHAK vetaron su continuidad al frente del Parlamento.

Entonces, la candidatura del nacionalista obtuvo, hasta nueve veces, los mismos votos que la de Miguel Buen (PSE), lo que bloqueó la elección del presidente de la Cámara. Atutxa pidió entonces al PNV que cambiara de candidato. Izaskun Bilbao obtuvo, en la siguiente votación, la presidencia gracias al apoyo del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK).

"He entendido que era lo mejor", dijo Atutxa. También el consejero vasco de Interior, Javier Balza, renunció ayer al acta, pero en este caso en una iniciativa que adoptan habitualmente los consejeros vascos. Serán sustituidos por Ricardo Gatzagaetxebarria y Xabier Agirre.

La decisión de Atutxa no afecta al desarrollo previsto del juicio que contra él se iniciará el 26 de octubre por presunto delito de desobediencia, al no disolver al grupo parlamentario de Batasuna en la anterior legislatura y tras ser ilegalizada. También se sentarán en el banquillo el entonces vicepresidente de la Cámara, Gorka Knörr (EA), y la todavía diputada y miembro de la Mesa Kontxi Bilbao (EB).

SALIDA MIMADA El PNV ha mimado la salida de escena de Atutxa. En las próximas semanas, será nombrado presidente de la Fundación Sabino Arana, del PNV, como ya insinuó el presidente de la fuerza, Josu Jon Imaz, el día en que su partido retiró la candidatura de Atutxa.

Además, el dirigente recibió un homenaje, en forma de elogios y aplausos, de la dirección y la militancia del PNV en el pasado Alderdi Eguna (Día del partido), el 25 de septiembre.