P edro Sánchez comenzó ayer a contactar con los grupos parlamentarios para cosechar su apoyo como candidato en la moción de censura a Mariano Rajoy por la condena al PP en el caso Gürtel que se debatirá en el Congreso mañana jueves y el viernes. Los socialistas, a través del propio secretario general o de sus colaboradores, ya han contactado, al menos, con Unidos Podemos, Compromís, ERC y PDECat.

Mientras tanto, Iglesias avisa: si el viernes Sánchez no logra respaldo suficiente, Podemos podría buscar «otra fórmula» para «echar al PP» del Gobierno. ¿Cómo? Impulsando su propia moción de censura, en lugar de prestar a Cs los tres diputados que necesita (opción que venía barajándose en las últimas horas). «Nosotros no necesitamos prestar a Ciudadanos. Estaríamos dispuestos a dialogar con Cs y ya veríamos. Pero quien tiene 67 diputados seríamos nosotros», explicó en los pasillos del Congreso. De esas conversaciones debería salir un nombre de consenso para presidir ese gobierno, señaló, y se autodescartó para ocupar ese lugar.

Con Pablo Iglesias, el líder socialista mantuvo una conversación telefónica después de que el secretario general de Podemos enviara un mensaje a Sánchez al conocer su intención de censurar al presidente del Gobierno. El candidato y Joan Tardà, portavoz parlamentario de los republicanos, tuvieron una conversación el lunes por la noche, en la que Sánchez pidió al dirigente de ERC que en adelante hablase con José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE. Ábalos, junto a la secretaria de Igualdad, Carmen Calvo, es el principal asesor de Sánchez en su intento de expulsar del poder a Rajoy, y también se reunió ayer con el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, quien le trasladó la intención de los diputados valencianos de votar a favor del aspirante socialista. El líder del PSOE envió, asimismo, mensajes al portavoz del PDECat, Carles Campuzano, y mantuvo contacto con la coordinadora general de los posconvergentes, Marta Pascal. Sánchez llamó el lunes por la noche al presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y según fuentes socialistas, su líder en Euskadi, Idoia Mendia, está también haciendo de enlace. Desde Ciudadanos insisten en que el PSOE no se ha puesto en contacto, pero fuentes de la dirección socialista lo desmienten.

El entorno de Sánchez insiste en que no se ha abierto de momento ninguna negociación, y menos aún con los independentistas. Los contactos, señalan en la dirección del PSOE, son de «cortesía» y forman parte de las «obligaciones» como candidato.

Al mismo tiempo, Sánchez ofreció ayer a todos estos grupos, de ERC a Ciudadanos, «consensuar» la fecha de las elecciones generales. Pero solo después de haber desalojado de la Moncloa al presidente del Gobierno.

El líder del PSOE no quiere atarse las manos con una fecha electoral. Tampoco que las generales se celebren de forma inmediata, como reclama Cs, que lidera casi todas las encuestas. La idea de Sánchez pasa por «normalizar» primero España. «Pido que consensuemos todos juntos la censura necesaria que quiere la ciudadanía y que posteriormente tendamos puentes para normalizar la vida política y convoquemos elecciones», dijo Sánchez durante una reunión con los parlamentarios de su partido.

PRESIÓN A CS / El candidato a la Moncloa también aprovechó su discurso para presionar a Cs, que ya ha anunciado su voto en contra de la moción de censura. Si lo mantiene, los socialistas dependerán del PNV y de ERC y el PDECat. No es el camino preferido por el PSOE, pero Sánchez está dispuesto a recorrerlo, subrayando que no piensa «negociar nada» con los independentistas catalanes.

Sin citar a Albert Rivera, el líder socialista dijo: «Aquellos que pueden estar defendiendo el no a esta moción de censura, hay que preguntarles en qué posición queda la democracia española si Rajoy sigue siendo presidente del Gobierno. En qué posición quedará cuando se conozcan las próximas sentencias sobre el PP. Lo importante es trasladarles que no hay ningún cálculo político o electoral que justifique la permanencia de Rajoy».

Como había recibido el visto bueno de su partido a la moción de censura con la condición de que no pacte con el secesionismo, Sánchez centró el debate en Rajoy. «La pregunta es clara: si tras conocerse la sentencia de la Gürtel, Rajoy puede seguir como presidente. La respuesta es sí o no. No hay intermedios».