El Partido Nacionalista Vasco (PNV) está dispuesto a aprovechar hasta el último instante su posición determinante para la aprobación de los presupuestos del Estado. Como fórmula de presión, el PNV dejó ayer redactada su enmienda a la totalidad de las cuentas públicas, con la idea de presentarla hoy si finalmente las intensas negociaciones con el PSOE no se saldan con un acuerdo.

Fuentes del Grupo Socialista no escondían ayer su preocupación por la falta de acuerdo, dado que, sin los votos del nacionalismo vasco, al Gobierno le resultará imposible sacar adelante los presupuestos en el Congreso la próxima semana.

El meollo de la discrepancia tiene que ver con la demanda del PNV de la cesión de competencias en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Y, más concretamente, con la cuantificación de dicho traspaso. Los nacionalistas reclaman descontar del cupo que Euskadi paga al Estado el dinero correspondiente, lo que reduciría al 6,24% el importe de la devolución. Pero es que, al ser la I+D+i una competencia concurrente --compartida con el Estado--, el PNV pretende que el pago sea exactamente la mitad: el 3,12%. Por ahora, el PSOE se resiste a ceder esta atribución y a hacerlo, además, casi a fondo perdido.

Entretanto, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó ayer, tras la cumbre de la UE celebrada en Bruselas, que espera "un entendimiento positivo" con el PNV que permita al Ejecutivo tramitar los presupuestos en las Cortes. El presidente se mostró confiado en llegar a un acuerdo, pero no se refirió al concurso de otras fuerzas políticas.