La Gendarmería francesa detuvo ayer en el País Vasco francés al presunto miembro de ETA José Domingo Aizpurua Aizpuru, Pitxas , de 51 años. Aizpurua, que llevaba una pistola en el momento de ser interceptado, fue arrestado en el curso de un control rutinario de carretera establecido en la localidad de Mauleón, a unos 70 kilómetros al este de Bayona.

Pitxas está considerado un veterano dirigente de ETA y tiene pendiente de cumplir en Francia, desde el año 1995, una condena de un año de cárcel por el delito de asociación de malhechores relacionada con una actividad terrorista. El tribunal que le condenó le consideró responsable del paso clandestino de los miembros de ETA a través de la frontera con España.

APARATO DE ACOGIDA

José Domingo Aizpurua, nacido en la localidad guipuzcoana de Usurbil en 1952, huyó a Francia en 1980. Fue acusado por los servicios policiales de ser uno de los responsables del aparato de acogida de miembros de ETA en Francia hasta que fue detenido por la policía de fronteras en abril de 1991 en la localidad de Sokoa. La policía sospechaba que Aizpurua se había reintegrado a ETA hace dos o tres años.

Con la detención de Pitxas , son nueve las personas detenidas en Francia por su presunta relación con ETA en lo que va de año.

La policía francesa investigaba ayer las huellas halladas en la vivienda de Burdeos que fue registrada esa misma mañana, y en la que se hallaron dos pistolas, una de ellas de fabricación alemana y de calibre 9 milímetros, y la otra del calibre 7,62 procedente de un país del Este de Europa, así como diverso material informático y varias publicaciones internas de ETA, según fuentes policiales francesas.

Los agentes tratan de identificar a los ocupantes del inmueble, al parecer un hombre y una mujer, que lo abandonaron a mediados del pasado mes de enero. Las investigaciones preliminares apuntan a que podría tratarse de Ismael Berasategi y Laurence Guimón, ambos detenidos el pasado 22 de enero cerca de Pau, pero las mismas fuentes precisaron que la identificación podría corresponder a miembros no fichados de la organización, por lo que, previsiblemente, las huellas serán remitidas a Madrid para ser cotejadas con las de la base de datos central de la policía española.