El PP aprovechó ayer la incertidumbre econó- mica que pesa sobre los mercados internacionales para esgrimir una nueva arma contra el Gobierno socialista. El líder conservador, Mariano Rajoy, criticó "por insensibles" las declaraciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acerca de que la economía española va mejor que nunca, y acusó a los socialistas de haber dilapidado la herencia de los ocho años de gobierno del PP.

En un acto de tinte preelectoral en Marbella, convocado para celebrar los resultados del PP en las municipales, Rajoy rememoró los años del PP y volvió a prometer reformas económicas y la bajada de impuestos como el IRPF, el de sociedades o el de patrimonio. "España mejoró mucho con el PP, dejamos una buena herencia", insistió, "pero esta no dura toda la vida".

Lamentó que el PSOE no haya adoptado políticas económicas para continuar dicha trayectoria, y advirtió de que "ahora no vale seguir con la inercia". Así, tras recordar que el propio titular de Economía, el vicepresidente Pedro Solbes, ha reconocido que "hay problemas", consideró que Zapatero demostró, con sus declaraciones del jueves, "estar fuera de la realidad y ser insensible a los problemas de los españoles", entre los que enumeró la subida de las hipotecas, la carestía de productos básicos o la cuantía de las pensiones.

Rajoy esbozó las líneas generales de su programa, mostrándose convencido de un triunfo que no se deberá "a que haya un gobierno que no está a la altura de las circunstancias", sino al convencimiento ciudadano de que "las cosas se pueden hacer mejor". "Lo único que tengo en la cabeza es ganar porque España no se puede permitir el lujo de otros cuatro años como estos".

Prometió un Gobierno "fiable y eficaz", en contraposición al Ejecutivo del PSOE, del que dijo que "se mueve dando bandazos, a base de ocurrencias y genialidades que luego fracasan estrepitosamente". Consideró que lo público no ha funcionado durante esta legislatura --"lo hemos visto en Cataluña este verano", dijo-- y aseveró: "Esto es impropio de una democracia, un bochorno que demuestra la ineficacia de las administraciones".

DEFENSA DE LA BANDERA Centró su actuación en la defensa de "la España constitucional, la unidad de la nación, el Estado de las autonomías, la igualdad de los españoles". En referencia al incidente de Lizartza (véase información adjunta), defenderá que la bandera española ondee en todos los ayuntamientos. Rajoy retomó también el tema de la negociación con ETA. Recordó que el PP se quedó solo al advertir de que negociar "era darle una posibilidad de victoria" a la banda, "mientras todos se acercaron a la frivolidad del PSOE". "Pero hoy se sabe que defendemos nuestros principios a las duras y las maduras", dijo, "y que a veces tenemos razón".