Sin fisuras. Tal como había pedido José Luis Rodríguez Zapatero en la ejecutiva del lunes. El PSOE aplaudió ayer sin matices la "grandeza" con la que Pasqual Maragall ha "superado" la crisis catalana. El propio Zapatero alabó la capacidad del presidente catalán para "reconocer errores y rectificar", un hecho que, a su juicio, ha permitido cerrar el conflicto político.

Maragall no asistió a la reunión del comité federal del PSOE de ayer. Pero su ausencia no impidió a Zapatero piropear la mano izquierda que demostró el president en el debate del jueves en el Parlamento catalán: "No recuerdo que nadie con sólo cinco o seis palabras haya conseguido tanto", resumió Zapatero en referencia a la retirada de la querella de CiU y de la moción de censura del PP. El hecho de que Maragall pidiera "excusas" durante el debate "le engrandece", valoró el líder del PSOE.

Ninguna de las 17 intervenciones de dirigentes socialistas en el comité federal fue para criticar a Maragall. Zapatero se detuvo a "valorar" las actuaciones del Gobierno catalán y del Ayuntamiento de Barcelona para paliar la situación de los vecinos afectados por los derrumbes en el barrio del Carmel. El jefe del Ejecutivo lamentó que hayan "trascendido poco" los esfuerzos de las administraciones catalanas para auxiliar a las víctimas, y concluyó que esa política de comunicación mejorará ahora que se ha cerrado la crisis política.

DEFENSA DE RUBIO LLORENTE El debate territorial y la reforma de la Constitución centraron buena parte del debate del comité federal, según asistentes a la reunión. El propio Zapatero introdujo el tema cuando defendió sin citarlo al presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente. El líder del PSOE exigió que se permita "libertad de criterio" a quien se ha pedido asesoramiento, porque el Gobierno no quiere inducir la respuesta a la consulta sobre la reforma de la Constitución. El líder del PSOE animó a su partido a ver con optimismo las reformas territoriales, porque "son una oportunidad". Y aclaró que su intención es lograr unos cambios que permitan "dar a los españoles otros 25 años de estabilidad".

PROFUNDIZAR EN LA IGUALDAD Los representantes de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura coincidieron en pedir que la reforma del modelo de Estado "sólo se acometa" si es para "profundizar" en los valores de "igualdad y solidaridad" entre los ciudadanos. El presidente manchego, José María Barreda, parafraseó a Norberto Bobbio al señalar que "lo contrario de igualdad es desigualdad, no diferencia".

En respuesta a estas inquietudes, Zapatero recordó que España es "un país descentralizado" que "debe tener la capacidad de poder reformarse". Abogó por hacerlo "codo con codo" con todas las autonomías, aunque señaló que la "diversidad" es "evidente" en España, y es por ello que "hay objetivos distintos" en cada territorio. "Y todos ellos son comprensibles", concluyó.