José Luis Rodríguez Zapatero y el rey Mohamed VI se verán las caras el próximo viernes en Marruecos. Será el primer encuentro entre ambos después de que el monarca alauí retirara al embajador en Madrid durante dos meses como muestra de su enfado por la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla, el pasado noviembre. Durante semanas, los equipos de protocolo de los dos países han intentado cerrar una reunión que las autoridades marroquís esperaban que se produjera pocos días después de que Zapatero revalidara su cargo en las urnas, el 9 de marzo. El Gobierno de Rabat confiaba en que el primer viaje al extranjero del presidente español fuera a Marruecos, aunque esa ley no escrita solo se ha cumplido hasta ahora con los primeros mandatos: ocurrió con José María Aznar, en 1996, y con el propio líder socialista, en el 2004.

No obstante, en señal de buena voluntad, el Ejecutivo socialista ha insistido en que esa reunión se produjera antes del verano y, sobre todo, antes del próximo domingo. Ese día, Mohamed VI y Zapatero coincidirán en París en una cumbre entre la Unión Europea y los países de la ribera sur del Mediterráneo.

La cita del viernes se producirá en Oujda (la capital del este de Marruecos). El presidente español y el monarca alauí mostrarán que la herida abierta por el primer viaje del Rey como jefe de Estado a Ceuta y Melilla ya ha cicatrizado. Aquella visita, a principios del pasado noviembre, disparó el sentimiento españolista en las plazas africanas y enervó a las autoridades marroquís, que insisten en abordar con Madrid su futuro político. "Hay que hablar de Ceuta y Melilla", dijo a este diario el embajador marroquí Omar Azziman cuando regresó a Madrid.

EL SAHARA Fuentes diplomáticas españolas aseguran que las autoridades magrebís están más pendientes del último estancamiento de las conversaciones sobre el futuro del Sáhara. Rabat ofrece un plan de autonomía para la región, mientras que el Polisario exige un referendo de autodeterminación.