Un abogado sevillano va a presentar una denuncia contra las autoridades sanitarias españolas por su "pasividad y negligencia" en el control del tabaco y en nombre de los familiares de fallecidos en diferentes ciudades españolas, entre ellas, Badajoz.

El abogado Fernando Osuna ha informado hoy de que su demanda se dirige contra el secretario general de Sanidad y Consumo, el director general de Salud Pública, Calidad e Innovación y el presidente del Comisionado del Mercado del Tabaco.

Los denunciados "desde la responsabilidad que detentan en la Administración, han consentido y consienten la presencia y comercialización de productos altamente tóxicos en los cigarrillos capaces de provocar cada año más de 50.000 muertes sólo en España además de graves enfermedades en cientos de miles de ciudadanos", dice Osuna en su denuncia.

El abogado va a entregar esta tarde en la sede central de Correos en Sevilla su primera denuncia, dirigida al juzgado de instrucción de guardia en Madrid como ciudad donde residen los familiares de una persona fallecida por el consumo del tabaco, aunque asegura representar a afectados de Palma de Mallorca, Zaragoza, Valencia, La Coruña, Valladolid, Badajoz, Navarra y Murcia.

Según Osuna, las autoridades sanitarias son responsables por su "pasividad y negligencia" en el control del tabaco, sobre todo por no impedir que se introduzcan muchas substancias adictivas y nocivas en los cigarrillos, y a la hora de informar a los consumidores de los efectos perjudiciales del tabaco.

En su denuncia afirma que forma parte de las funciones del Ministerio de Sanidad el "velar por la salud de los españoles, especialmente la de los menores al ser los más vulnerables y los que más fácilmente pueden caer en esta adicción".

Cree que es "absolutamente intolerable" que el Estado "mire hacia otro lado en un asunto de tanta repercusión social y sanitaria" y que dé primacía al "efecto recaudatorio del tabaco por encima de la salud de los españoles, máxime cuando es conocido que alrededor del 80% del precio del tabaco corresponde a impuestos".

Las autoridades sanitarias se olvidan "de los cuantiosos gastos que acarrea el tabaquismo a las diferentes administraciones públicas y las numerosas vidas que arrebata el tabaco cada año fundamentalmente por enfermedades cancerígenas, cardiovasculares y respiratorias", sostiene.