La Fiscalía Anticorrupción lleva un año investigando a Nueva Rumasa por presunta estafa a los cerca de cinco mil inversores que adquirieron los pagarés y participaciones emitidos por esta compañía, según confirmaron ayer fuentes del ministerio fiscal. De los 140 millones de euros que recaudó, 70 fueron a través de la emisión de la empresa extremeña Carcesa. La pasada semana Nueva Rumasa solicitó el preconcurso de acreedores para diez de sus sociedades, entre ellas el grupo de Apis y Fruco, que cuenta con plantas en Mérida, Don Benito y Montijo.

La investigación, abierta en marzo del 2010 por los fiscales Alejandro Luzón y Juan Pavía, estuvo motivada por una denuncia presentada por la Agencia Tributaria a raíz de las advertencias emitidas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores sobre estos pagarés. Anticorrupción ha llevado a cabo varias diligencias destinadas a averiguar el destino de los 140 millones de euros que el holding de la familia Ruiz-Mateos ha obtenido por la emisión de los pagarés. En este sentido, la Fiscalía trata de averiguar si el dinero que se recaudó supuestamente para invertir en la compra de empresas se desvió a otros fines.

La primera de estas emisiones se realizó en el 2009 a nombre de Carcesa y captó 70 millones. Ese mismo ejercicio, Carcesa aumentó sus préstamos a otras firmas de Nueva Rumasa en más de 53 millones. El grupo de José María Ruiz-Mateos sostuvo que esta primera emisión había permitido la adquisición de 7 compañías: Quesería Menorquina, Cadysa (que opera la marca Manzanilla Bajo de Guía y Manzanilla Sanluqueña) y 5 hoteles.

Las fuentes consultadas en la Fiscalía descartaron la apertura de una investigación general sobre el entramado de 160 sociedades del grupo, algunas de ellas radicadas en paraísos fiscales. En este sentido, explicaron que el hecho de que las sociedades estén inscritas en territorio offshore , en un principio, no constituye un posible delito de blanqueo de capitales.

Fuentes de Nueva Rumasa calificaron esta investigación de "absurda" y "ridícula", porque los inversores que decidieron acudir a los pagarés "sabían perfectamente lo que estaban comprando". "¿Qué engaño puede haber aquí?", se preguntaron. Asimismo, afirmaron que todavía nadie les ha comunicado nada al respecto de la investigación de la Fiscalía. La compañía recalcó en una nota su "absoluta tranquilidad".