La caza menor, la que más se practica, no atraviesa por su mejor momento en Extremadura, mientras que se mantiene la de mayor calado, sobre todo debido al mayor número de capturas de ciervos y gamos. Según los datos facilitados ayer en la Asamblea por el director general de Medio Ambiente de la Junta, Guillermo Crespo, desde el año 2001 las capturas de conejo ha bajado un 18%, con más de 23.000 capturas menos. La crisis también afecta a la paloma, el zorzal y la tórtola; y sólo la perdiz ha experimentado un incremento del 33% en los tres últimos años.

Las cifras oficiales reflejan muy bien la situación actual para el sector cinegético extremeño, y que es muy diferente según para qué tipo de caza. Así, en la caza mayor, las capturas de ciervos han crecido un 6% desde el 2001, con casi un millar más de piezas, hasta llegar a las 15.567 de la campaña recién finalizada. Mientras, el jabalí --otra especie codiciada-- apenas ha visto reducido en un 2% el número de animales cazados, y se han capturado 10.348. La caza del corzo, la cabra, y el gamo se dispara, y cae la del muflón.

Pero, la preocupación de las autoridades en la materia y de los aficionados a este deporte es la caza menor, sobre todo en lo que se refiere al conejo, aunque las capturas de tórtolas y palomas también se han reducido, un 6 y un 18%, respectivamente, desde hace tres años.

MEDIDAS En este sentido, Crespo explicó que la Junta ha acordado con la Universidad de Extremadura (Uex) la elaboración de un estudio encaminado a la recuperación de la población de conejos en los montes extremeños --se han cazado 105.788 este año frente a los 128.909 en el 2001), mientras espera de la autorización de una vacuna que erradique las dos enfermedades que desde hace años diezma la población de este animal en toda Europa, la mixomatosis y la neumonía hemorrágica.

Al margen de estos datos, en la última campaña se han realizado 1.325 monterías, 117 batidas y 953 recechos.

Por otro lado, Medio Ambiente espera tener listo este año el reglamento que desarrolle la Ley de Caza de Extremadura del 2001, y que cubrirá necesidades del sector como la documentación acreditativa, los planes de mejora cinegética o actuaciones en las órdenes de veda.