El diputado extremeño Francisco Fernández Marugán arrancó ayer el aplauso de todos los grupos parlamentarios tras protagonizar la que se prevé como su última intervención en el Congreso de los Diputados, del que ha sido miembro ininterrumpidamente desde 1982. Con casi 30 años de actividad parlamentaria a sus espaldas, el diputado socialista dice adiós a la Cámara Baja tras confirmarse que su partido no ha contado con él para las listas del 20 de noviembre.

Todo ocurrió durante la reunión de la Diputación Permanente del Congreso, el único órgano que permanece activo en los periodos en los que las Cortes están disueltas. Era una sesión inusual para convalidar dos decretos-ley de carácter económico. Con sus inseparables gafas de cristales color naranja, Fernández Marugán tomó la palabra para defender el decreto ley que crea el Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito y cerró su última alocución para, entre otras cosas, definir como un "dictador bonapartista" al ya exgobernador del Banco Central Europeo, el francés Jean Claude Trichet.

Sus palabras, finalizadas con un escueto "muchas gracias", fueron despedidas con los aplausos de los portavoces de todos los grupos minoritarios y tres parlamentarios populares: los exministros Jesús Posada y Miguel Arias Cañete y el diputado Juan Morano.

Fernández Marugán nació en 1946 en Cáceres, está casado y tiene dos hijos. Es economista y miembro del Cuerpo de Inspectores financieros y tributarios. Durante la última legislatura ha sido portavoz del PSOE en la comisión de Economía y Hacienda.