El dinero que los trabajadores extranjeros instalados en Extremadura enviaron a sus países de origen alcanzó en el 2004 los 27 millones de euros, según los últimos datos del Banco de España. En la región hay censados unos 25.000 extranjeros, aunque algo más de 1.500 son originarios de países desarrollados y no emiten remesas, por lo que el dinero medio que envía cada inmigrante al año es de 1.150 euros.

Sin embargo, la dificultad para contabilizar estas remesas --muchas de ellas no pasan ningún circuito bancario y son entregadas en manos por familiares y amigos-- hace que el mismo Banco de España reconozca que este dato sólo supone entre el 40 y el 60% de la cantidad real. De esta forma, las remesas potenciales del 2004 ascenderían a los 68 millones de euros.

Pero a pesar de ser el flujo financiero internacional que más crece y suponer para muchos países del tercer mundo una entrada de divisas superior a la ayuda al desarrollo y a la inversión extranjera, estas remesas "siguen sin recibir la atención necesaria de los gobiernos", según el economista Iñigo Moré. Y eso, en un país como España que durante años vivió de las remesas de sus emigrantes.

FALTA GESTION En este sentido, Moré explica que no hay ningún organismo multilateral que se dedique a gestionarlas. "Hay ministerios de turismo y de economía pero no de remesas. Por ahora, sólo los bancos y las empresas remesadoras se interesan por los inmigrantes".

Iñigo Moré, que lamenta que el Gobierno no desarrolle ningún programa para incrementar el efecto de las remesas en los países receptores, creó hace un año la red www.remesas.org junto a varios economistas y analistas, para concienciar a los gobiernos y a la sociedad en general de lo importantes que son estos flujos financieros.

Y es que sólo con los 27 millones de euros que enviaron en el 2004 los extranjeros afincados en Extremadura se podría pagar el sueldo anual de 40.000 trabajadores en Bulgaria. "Las remesas son el principal mecanismo para trasladar recursos de los países ricos a los pobre", destaca Moré, experto en economía internacional.

No existe un mapa oficial del destino de las remesas que se emiten desde España. El único dato oficial al respecto lo facilitó el Banco de España señalando que en el 2003 el primer destino fue Colombia con el 25,2%, seguido de Ecuador, con el 25,09% y Marruecos (5,16%). La entidad no ofreció la lista de los restantes destinos y señaló que estos datos se referían sólo al 78% del total de remesas emitidas.

Pero la desatención no acaba aquí. Los expertos señalan que las familias cuando reciben el dinero del extranjero no lo destinan a la inversión en el país sino que se limitan a vivir y en muchos casos a sobrevivir. Según Moré, es importante explicar a los países receptores que si "destinan sólo el 1% de lo que les llega a inversiones productivas podrían crear miles de empleos". Pero --añade-- "los gobiernos europeos no tienen como objetivo a los inmigrantes y no desarrollan proyectos para potenciar el efecto de las remesas".

Los que no quisieron desaprovechar este negocio fueron los bancos y cajas --entre ellas Caja Extremadura-- y en el 2003 firmaron con la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) una plataforma tecnológica para el envío de remesas, basado en negociaciones con los bancos de varios países.