La vicepresidenta segunda de la Junta de Extremadura, María Dolores Aguilar, se ha reunido con responsables de la empresa aeronáutica EADS-CASA y el director de la Corporación Empresarial de Extremadura, Luis Crespo, para conocer el proyecto para la creación de la escuela internacional de entrenamiento de pilotos en la base aérea de Talavera la Real, en Badajoz. La iniciativa está siendo analizada por la Administración regional para participar en ella. Según informó la Junta, en estos momentos se está estudiando la posibilidad de llevar a cabo la propuesta presentada con la participación como socio de la Corporación Empresarial de Extremadura.

Concretamente se trata del proyecto Talavera European Fighter School, con el que se pretende promocionar internacionalmente la base pacense como centro para el entrenamiento avanzado para pilotos y convertirla en candidata a futura base de Eurotraining, es decir, optar a ser una de las escuelas europeas para pilotos de combate.

Durante el encuentro, celebrado en Mérida el pasado martes, se ha hablado de otras líneas de trabajo, como el acuerdo de colaboración científica y tecnológica que llevará consigo el desarrollo de cursos, seminarios, reuniones y jornadas para potenciar la formación y la investigación, además de programas de investigación y actividades de apoyo que faciliten la inserción profesional de estudiantes y titulados.

PLANTA BIOENERGETICA Aguilar también mantuvo el martes una reunión con representantes de la empresa Bioenergética Extremeña 2020, que construye una planta de biodiésel de la localidad pacense de Valdetorres. Según la consejería, las instalaciones serán una realidad en octubre y se prevé una producción anual de 250.000 toneladas de combustible. Este proyecto lleva consigo una inversión de más de 40 millones de euros y la creación de 35 puestos de trabajo, según las cifras manejadas por la Administración regional.

La delegación de la compañía mostró a la vicepresidenta segunda de Extremadura la evolución de las obras de la planta de biodiésel, que se encuentran "a punto de finalizar". En ella se tratará el aceite para convertirlo en biodiésel con tecnología austriaca y también se obtendrá glicerina, lubricantes y tinta vegetal para impresoras.

Esta misma empresa ha proyectado la construcción de una planta de bioetanol --que se obtendría a partir del maíz, el trigo, la cebada y el alcohol vínico-- en esa localidad.