Es difícil que Monfragüe vuelva a contabilizar las visitas que tuvo cuando fue declarado parque nacional, en el 2007. Ese año pasaron por sus instalaciones casi 352.000 personas, el récord en la historia del recinto natural desde que consta en los registros.

Cualquier evolución comparada con ese año histórico resulta negativa, pero lo cierto es que las visitas al único parque nacional de la región son "estables" y en el último año, incluso, han mejorado. "Era lógico que tras el impacto mediático de la declaración las visitas volvieran a la normalidad porque lo que se produjo entonces fue una explosión", señala Casto Iglesias, jefe de negociado del parque. Y esto es lo que a su juicio explica que desde el año 2007 las visitas al parque hayan caído en más de 60.000.

"A partir de esa fecha se han vuelto a situar en los márgenes ordinarios, que oscilan entre las 250.000 y 300.000 visitas anuales", insiste Iglesias. No obstante, considera que la crisis económica también ha podido influir ligeramente, aunque este, en general, no es el factor más decisivo para los visitantes de los espacios naturales.

Durante el 2015 --último dato disponible-- se registraron 288.644 turistas en el interior del paraje extremeño, el mayor volumen de los últimos cuatro años. Respecto a 2014 suma 35.000 visitas más. Con esta cifra, se sitúa como el cuarto parque nacional con menor afluencia, seguido muy de cerca por Doñana, que el año pasado apenas registró unos 10.000 visitantes más que Monfragüe. A la cola están el Archipiélago de Cabrera (Baleares), Cabañeros y las Tablas de Daimiel (ambos en Castilla-La Mancha), ninguno alcanzó a las 200.000 visitas. En el lado contrario, lidera el ranking nacional el Teide y la Sierra de Guadarrama (declarado en 2013), con tres millones de turistas anuales.

Los datos de Monfragüe se extraen exclusivamente de los visitantes que pasan por el centro situado en el corazón del parque, en Villareal de San Carlos. Pero se trata de un parque abierto, su acceso no está restringido ni controlado, por lo que las estadísticas oficiales se realizan a través de una simple estimación: el número de personas que pasan por el centro de Villareal multiplicado por cuatro, ya que se calcula que tres de cada cuatro visitantes no entran en esta oficina.

NUEVO SISTEMA Aún así, hay turistas que se pueden seguir escapando. Para afinar más en la estimación de estas estadísticas, el parque está probando un nuevo sistema: ha colocado aforadores en distintos sitios. "Ahora mismo lo estamos contrastando y es posible que en determinadas fechas haya más visitantes de los que estamos contabilizando". De momento, este nuevo sistema funciona de forma piloto en los tres accesos de carretera al parque y en distintos puntos de las rutas a pie. "Son dos sistemas distintos y nos va a permitir contabilizar las personas que entran en el parque aunque esté cerrado el centro de información de Villareal, así como los coches que acceden en determinadas fechas, como es el caso de la berrea. Sabemos que viene gente en este periodo pero no está en las estadísticas. Por ello creemos que hay más visitantes de los que aparecen en nuestros muestreos", indica Iglesias.

De todos modos y a pesar de haber logrado su mayor afluencia en los últimos cuatro años, la evolución de Monfragüe no es todo lo positiva que podría esperarse de la declaración como parque nacional. En todos los espacios declarados por el Ministerio de Medio Ambiente en los últimos quince años las visitas fueron en 2015 superiores respecto al año en que obtuvieron la designación nacional: es el caso de las Islas Atlánticas de Galicia (declarado en 2003), de Sierra Nevada (en 1999) o de Sierra de Guadarrama (el último en ser declarado en el año 2013). La única excepción es Monfragüe.

Casto Iglesias reconoce que el parque extremeño tiene capacidad para ampliar su carga: "las visitas son muy estacionales, tienen una subida extrema en Semana Santa, en primavera y en los puentes festivos y también dependen mucho de la climatología de esos días concretos, es un factor determinante. En esas fechas la capacidad de carga o acogida está más o menos en el límite de parque, pero en el resto de la temporada tiene una gran capacidad para asumir muchos más visitantes".

Y ese es precisamente el reto: desestacionalizar las visitas, "que vengan en las fechas que menos vienen". Abril, mayo, marzo y octubre son, por este orden, los meses de mayor afluencia. Para lograr ese reto, Monfragüe tiene un segundo objetivo asociado a las actividades del propio parque y de su entorno y es así donde el paraje extremeño quiere pescar turistas. "Es muy importante intentar ligar las visitas al entorno, es decir, que no sólo sea venir al espacio protegido, sino también promocionar todo el entorno de Monfragüe, 14 términos en la reserva de la biosfera. Eso nos permitiría tener muchos más visitantes y, algo muy importante, rentabilizarlo económicamente para la población local. Esos son los dos objetivos que tenemos hoy en día". El parque y todo su entorno cuentan con una quincena de centros de visitantes y/o interpretación, medio centenar de alojamientos que disponen de más de 1.500 plazas, 25 restaurantes y una decena de empresas de actividades.

RECORD DE EXTRANJEROS Mientras, Monfragüe logró remontar el año pasado la cifra de visitantes de 2014: 253.153, la cifra más baja desde 1997, en casi 20 años. La mayoría del turismo del parque es nacional, pero durante el 2015 logró un hito histórico en cuanto a las visitas de extranjero con 36.696, el 12,7% del total de visitantes --288.644--. Desde que fue declarado parque nacional nunca había recibido tanto turismo exterior en términos absolutos. Proceden principalmente de Holanda (23%), Reino Unido (16%), Alemania (14,6%) y Francia (13%), aunque en las estadísticas oficiales hay presencia de austriacos, suecos y estadounidenses, entre otras nacionalidades.

Por su parte, entre los visitantes del país, son principalmente extremeños y madrileños, pero también se contabilizan un elevado volumen de castellanoleoneses, andaluces y manchegos. Como curiosidad y a modo de ejemplo, durante el año pasado visitaron Monfragüe más holandeses que gallegos o aragoneses.

En cuanto al perfil del visitante, en su mayoría tiene estudios superiores (el 80%), entre 30 y 50 años de edad (el 56%), se informa del lugar a través de Internet y se aloja en hoteles de 4 o 5 estrellas o alojamientos rurales durante un mínimo de tres noches, según un estudio realizado por el parque mediante encuestas. La motivación para visitar este paraje es principalmente descansar y pasar el fin de semana, seguido del interés por conocer este espacio natural, el patrimonio histórico-artístico, el senderismo, la observación de aves,... Los atractivos con los que el paraje natural más emblemático de Extremadura busca seguir creciendo.