Con casi el 97% de los votos de los compromisarios asistentes, Benito Román revalidó ayer su tercer mandato al frente de CSIF en Extremadura por cuatro años más. Durante el octavo congreso celebrado ayer en Mérida, el presidente autonómico del sindicato desde 2012 logró como único candidato 122 votos de los 126 emitidos. Tras su reelección, Román instó a la clase política a modificar la Ley Orgánica de Libertad Sindical con el fin de que CSIF esté presente en todos los ámbitos de negociación a pesar, según dijo, de «las presiones del viejo sindicalismo».

El reelegido recordó que CSIF es el sindicato con más representatividad en la Mesa General de Negociación de la Junta, con un 42,9%, y tiene un 16% si suma los resultados del ámbito público y privado. Pero pese a ello, la ley sindical bloquea la condición de ser «más representativo», por lo que considera que es «necesaria una modificación del marco legislativo que reconozca la legitimidad de todos los sindicatos para la promoción electoral, y una ley que regule la financiación sindical sobre la base de proporcionalidad».

A su juicio, la sociedad está exigiendo otra forma de hacer sindicalismo, de ahí «que aquellos que podéis cambiar esta situación debéis tener la valentía de aguantar las presiones del viejo sindicalismo». En este sentido, el presidente nacional de CSIF, Miguel Borra, presente en el congreso, aseguró que para responder a la necesidad de trasladar al ámbito sindical «el pluralismo democrático de la sociedad» es necesaria la modificación de esa ley orgánica sindical con el objetivo de que sea suficiente el 5% de representatividad para estar presente en los ámbitos de negociación.

«Es necesaria una alternativa sindical acorde al siglo XXI y no del siglo XIX», manifestó Román, quien, en el ámbito de los servicios públicos, considera que estos «deben ser la bandera y la seña de identidad» del Estado de Bienestar, pero la mejora de los mismos precisa de «un Gobierno real y con capacidad legislativa».

En su opinión, «otro sindicalismo es posible» y «CSIF no es correa de transmisión de ningún partido político», remarcó. Asimismo, el reelegido presidente sindical instó a la clase política a que tras el 10N «impere el sentido común, el sentido de Estado y aparezcan los políticos en mayúsculas, con la capacidad y humildad de saber llegar a acuerdos para conformar un gobierno de España». Exigió que se blinden las partidas presupuestarias necesarias para que no se mermen los derechos laborales, económicos y sociales de los trabajadores.

PÉRDIDA DE DERECHOS / Por su parte, Borra destacó que los empleados públicos todavía arrastran una pérdida de poder adquisitivo de hasta el 19,6% desde 2010. «Tenemos que poner fecha a esta recuperación y firmar un acuerdo plurianual». Al hilo, el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, remarcó su voluntad de diálogo y lograr acuerdos con los sindicatos en el ámbito de la función pública, todo ello en un marco de una Administración «más saneada y sostenible», dijo. Como consecuencia de la falta de presupuestos estatales, el déficit de Extremadura se ha desequlibrado, dijo Vara, quien señaló que sin crecimiento económico, no hay ingresos y eso dificulta poder atender las reivindicaciones sindicales.