La trata de blancas y menores y el tráfico de drogas, junto a la violencia de género, son en la actualidad los delitos más al alza en la comunidad autónoma y los que obligan a una mayor readaptación y formación a la Policía.

Tanto el delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, como el jefe superior de la Policía Nacional en Extremadura, Miguel García-Izquierdo, han expresado hoy que son los delitos sobre los que se debe estar más alerta.

No se trata de nuevos delitos, pero sí los que se encuentran en la actualidad más en boga, tal y como han expresado a los medios tras inaugurar el "101 Curso de Especialización en Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía".

López Iglesias ha manifestado que estos cursos suponen un "reciclaje" y "puesta al día" constantes, y despiertan un gran interés, pues no en vano en su 110 edición se dan cita un total de 82 agentes de la Policía Nacional en Extremadura.

Ha indicado que la Policía Nacional se ve obligada a "adaptarse" a los delitos que paulatinamente se van incrementado, pues es "esencial" para que estén "preparados lo mejor posible" ante ese aumento de casos.

Así, la trata de blancas y de menores, el tráfico de drogas, o la violencia de género son los delitos que más preocupan y, aunque llevan muchos años, son los que siguen requiriendo una mayor readaptación "lo antes posible".

Ha indicado que la crisis también puede afectar al incremento de este tipo de delitos, pues "pueden subir cuando la gente anda sin saber qué hacer", aunque el aumento no solo es achacable a la recesión económica, sino también a otros muchos indicadores.

Por su parte, Miguel García-Izquierdo ha dicho que la formación de la Policía Nacional se va modificando constantemente para que los agentes tengan el mejor "baño jurídico" para afrontar los temas de especial trascendencia.

El jefe superior de la Policía Nacional de Extremadura ha dicho que internet ha modificado los conceptos de los delitos, pues ya casi todos ellos "se pueden llevar a cabo" de una u otra forma "a través de la red".

Delitos contra el honor o la propiedad encuentran un buen campo en la red de redes, según García-Izquierdo; además, el peso, así como los incrementos, de cada uno de los delitos cometidos en los entornos urbanos extremeños se asemejan mucho a lo que acontece en todas las ciudades españolas.